La implementación de la estrategia inicio en Julio del año 2009 y desde esa fecha para acá se han producido cinco reencuentros familiares, el primero un niño que apareció en las calles del municipio de Trinidad, con discapacidad cognitiva fue llevado a la comisaria de familia, se realizó la publicación de la información en la página web y se enviaron correos electrónicos a los principales medios de comunicación regionales, quienes divulgaron la noticia, la madre del niño la escucho y se dirigió a una de las emisoras, vio la foto en la página, conoció a su hijo y se comunicó con la Alcaldía, al día siguiente al administración municipal entrego el menor a su familia.
El boom noticioso por medios de comunicación regional y a través del portal de la alcaldía, motivó el segundo milagro, una señora que a los 7 años de edad había sido llevada del municipio por personas diferentes a su familia a la ciudad de Bogotá, posteriormente se separó de quienes la llevaron y al ver la noticia del niño en la página tomo la decisión de escribir a la alcaldía.
Se acordaba del nombre de sus padres y hermanos lo que facilitaba la búsqueda, la alcaldía municipal ese mismo día por la emisora comunitaria publicó un aviso y en menos de una hora ya varios de sus familiares y padrinos habían acudido hasta la Alcaldía para comunicarse con su hermana y ahijada.
El tercer encuentro feliz. Un hijo encontró a su padre a través del grupo en el Facebook de la alcaldía. Un humilde vendedor ambulante de Trinidad que fue contactado por funcionarios de la administración y a quien le suministraron el número de teléfono de su hijo en Bogotá.
El cuarto reencuentro. Yaneth encontró a su hermana Hilda. Hacía más de 30 años no se sabía nada de Hilda y en una búsqueda de más de un año, fue ubicada en Ipiales Nariño en la frontera con Ecuador, con la ayuda de la Alcaldía de Ipiales y la Policía se produjo la comunicación con toda su familia en Neiva.
El quinto caso. Una triniteña que su familia creía por muerta, residente en Venezuela logro comunicarse con su familia después de 30 años sin saber nada de ellos. Nery Reyes y su hijo Fredy Rojas se comunicaron a los correos institucionales preguntando por varios de sus familiares, los cuales fueron ubicados se les entregaron números de teléfono y ya se comunicaron.