El atentado contra las comunidades que produce el robo y destrucción de transformadores en las veredas Bocas de Pore y la Macolla alcanzó niveles preocupantes, según la Empresa de Energía de Casanare.
Se ha detectado la participación de gran número de personas en este ilícito que está siendo seguido por investigadores judiciales.
“Sin los compradores de cobre el negocio de tumbar transformadores no sería benéfico”, dijo un lugareño afectado por los cortes de energía que esto produce, “solo les pagan a los ladrones por el orden de los 500 mil pesos”.
Según Enerca cada transformador está costando 50 millones de pesos, deteriorando además la infraestructura del lugar.
Enerca anunció que está implementando el sistema de “monitoreo en tiempo real” así como el establecimiento de “rondas continuas a las subestaciones”.
“Serán implementados en los transformadores sofisticados sistemas que registran los movimientos o desplazamientos, en caso de ser trasladado por los delincuentes”, señaló la Empresa en un comunicado.
La otra afectación con el robo de transformadores es ambiental, pues durante el desmantelamiento del aparato arrojan aproximadamente 200 litros de aceite tóxico, contaminando los suelos del sector, en su afán por apoderarse del cobre que extraen.
El sistema de “alerta y prevención” será igualmente activado con los habitantes de los lugares cercanos que informarán sobre personas extrañas en inmediaciones de las instalaciones eléctricas.
Es de prever que debido al peligro que se enfrenta al realizar este hurto, que está penalizado con cárcel, los ladrones pueden quedar electrocutados pues los niveles de voltaje son elevados.
El material hurtado no compensa los daños que ocasiona a la sociedad el robo de transformadores.