Para la Misión de Observación Electoral MOE, el fallo de la Corte Suprema que ordena a la revista Dinero revelar las fuentes de una investigación periodística, es un terrible precedente para la generación de contenido de interés público que en muchos casos solo es posible de realizar gracias a la información entregada a los periodistas por ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y veedurías ciudadanas.
Teniendo en cuenta que las investigaciones y denuncias sobre temas de corrupción requieren de garantías mínimas de seguridad para quienes entregan información delicada y relevante a los medios de comunicación, la reserva de la fuente es en muchas situaciones la única garantía de seguridad que se puede brindar a los ciudadanos, las organizaciones sociales y veedurías ciudadanas.
Para Alejandra Barrios Cabrera, directora de la MOE, “la información sobre corrupción que producen las investigaciones hechas por los medios de comunicación se inicia en no pocos casos por información entregada en reserva por funcionarios, ciudadanos, organizaciones sociales o veedurías ciudadanas en su legítimo ejercicio de control al poder político”.
En este sentido, publicar las fuentes de información no solo afecta una libertad civil fundamental, sino también el derecho a la información relevante sobre las dinámicas políticas y electorales locales y nacionales que no podrían conocerse si no se genera la confianza entre el investigador y la fuente.
Para la MOE, la reserva de la fuente tiene dos sentidos: primero, aportar a las democracias información que de otra manera no se podría conseguir y; segundo, generar en las organizaciones sociales y en la ciudadanía la confianza necesaria para entregar a los medios de comunicación información sin que esta genere problemas de seguridad y que aliente el debate público.