Desde el inicio de su gestión, en algunas ocasiones el alcalde de Cartagena, William Dau, ha promovido un ambiente hostil para la prensa, obstruyendo el acceso a la información pública, acosando judicialmente y estigmatizando a periodistas. Esta actitud es contraria a su obligación como servidor público y puede traer consecuencias nefastas para el cubrimiento de asuntos de interés público, especialmente graves, en el contexto de las próximas elecciones regionales de octubre.

Los hechos más recientes son la publicación de dos videos en la cuenta oficial de Facebook del alcalde en los que estigmatiza a cuatro periodistas locales y amenaza con iniciar acciones judiciales en contra de ellos. Dau también califica a los reporteros como “periodistas de estómago” y “chismosos”, vincula su labor informativa con intereses económicos y políticos sin tener pruebas, y les acusa de haber cometido delitos por grabarlo y tomarle fotografías.

En ambos videos, el alcalde menciona con nombre y apellido a los periodistas locales y afirma que va a seguir denunciándolos pues, según él, tienen una estrategia coordinada para “atacar al alcalde exclusivamente”.

Esta individualización de los cuatro periodistas puede impactar en su seguridad porque podría convertirlos en objeto de agresiones o amenazas por parte de seguidores del mismo alcalde. Además puede tener un efecto inhibitorio en quienes cubren temas relacionados con la administración local. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Corte IDH, ha mencionado que “El contenido de algunos discursos, por la alta investidura de quienes los pronunciaron y su reiteración, implica una omisión de las autoridades estatales en su deber de prevenir los hechos, pues pudo ser interpretado por individuos y grupos de particulares de forma tal que derivaran en actos de violencia contra las presuntas víctimas, así como en obstaculizaciones a su labor periodística”.

En febrero de este año, también registramos otra actitud desobligante por parte del alcalde hacia la prensa. Dau evadió las preguntas de los y las periodistas que cubrían la conmemoración de la masacre de La Torre del Reloj. Además, entre 2020 y 2022 también registramos un acoso judicial y una exclusión de un evento público a un periodista local por parte del mismo alcalde.

A pesar de que hemos advertido y hecho varios llamados sobre la gravedad de sus declaraciones, el alcalde Dau continúa atacando a las y los periodistas locales de manera reiterada. Esta deslegitimización a la prensa parece ser una estrategia sistemática para responder a la veeduría que hacen los medios y acallar las voces que informan sobre temas relacionados con su gestión.

De acuerdo con sus obligaciones como funcionario público, es fundamental que el alcalde Dau se disculpe públicamente por sus declaraciones y exprese su respaldo a los comunicadores. Le recordamos que en caso de querer denunciar delitos cometidos por periodistas, puede acudir a los mecanismos jurídicos y menos lesivos como el recurso de rectificación. Como máxima autoridad, Dau debe ser tolerante a la crítica que hacen las y los periodistas y no usar los canales institucionales para emitir declaraciones que promuevan la discriminación, la intolerancia o la violencia, y deslegitimen el ejercicio periodístico.

Por todo esto, le solicitamos a la Procuraduría General de la Nación que investigue estos hechos violentos y sistemáticos contra la prensa por parte del alcalde Dau, para así ofrecerles garantías a las y los periodistas locales que cubren asuntos de interés público, sobre todo en el cubrimiento de las próximas elecciones.