Por Leonardo Puentes*

La semana que comienza promete mucho movimiento en Casanare. El viernes está siendo convocado un foro académico para abordar la crisis ambiental del departamento; las imágenes de las sabanas ardientes de Paz de Ariporo han conmocionado al país y parecen por fin estarnos despertando de un letargo de dos o tres décadas en las que hablar de política ambiental era un asunto más, que debía estar en el discurso, pero que no comprometía nada. Hoy los hechos por lo menos han provocado que un Gobernador esté llevando agua a la zona -así sea a baldados-, que se le exija –si es que algo se les puede exigir- a las petroleras de manera vehemente poner algo más que los odiosos 200 millones de pesos que ofrecieron inicialmente para ayudar a mitigar la crisis; el debate sobre las causas y los responsables de esta debacle está abierto y eso ya es ganancia.

El pasado sábado tuve la posibilidad de asistir a la instalación de la Mesa Regional por el Medio Ambiente en Casanare, desde la cual se está promoviendo la realización de este foro. Hay que decir que el simple hecho no es novedoso, pero me sorprendió y llenó de optimismo encontrar una muy nutrida participación de estudiantes del Colegio Alianza Pedagógica. Sus intervenciones resultaron refrescantes, agudas, críticas y francamente me queda la grata sensación de que esta muestra de la juventud yopaleña es una luz de esperanza que por ningún motivo podemos dejar apagar. No estoy seguro de los resultados del foro ni la movilización regional que se propone, pero me queda claro que la verdadera transformación de Casanare, en el más amplio sentido de la expresión, solo será posible de la mano de estos jóvenes; prepararlos, abrirles las puertas del conocimiento y ofrecerles un planeta vivo para el futuro es nuestro reto.

La cita del sábado es una cita aplazada. El CABILDO ABIERTO POR EL AGUA POTABLE que ha debido realizarse hace exactamente un año, pero que por esos extraños caprichos del poder no pudimos sacar adelante en ése entonces –nos dejaron sin sillas y provocaron la ira popular-, está programado para el próximo sábado 5 de abril, a partir de las 9 a.m. en el Coliseo del barrio 20 de Julio. Hoy, como hace un año, hago parte del grupo de ciudadanos promotores de la iniciativa, ayudé a recoger las firmas para respaldarla y personalmente llevé la solicitud de realización a la Registraduría y al Concejo Municipal. Lo hago porque creo en la Constitución de 1991, en la participación ciudadana, en la democracia y a pesar de todo sigo creyendo que es posible gobernar dándole la cara al pueblo, hablando de frente y poniendo las cuentas a la vista de todos.

Mi planteamiento sigue siendo el mismo: Yopal no tiene agua potable después de 3 años porque la atención de quienes han tomado las decisiones no se ha centrado en solucionar el problema sino en pelearse por el contrato; el gobierno nacional, el departamental y por supuesto el municipal. Lo demás ha sido una espantosa cadena de negligencia, corrupción y cinismo que nos obligará a aplazar el sueño de inaugurar un nuevo acueducto hasta el año 2017.

ADENDA: Bueno y el domingo deberíamos relajarnos. Si los organismos de control han estado tan relajados con nuestro problema de agua, si el alcalde decidió que algunos de sus funcionarios debían irse de SPA para bajar la carga de estrés. Lo irónico es que parece que las sanciones vendrán por causa de las visitas al SPA, lo que valga decir, en el fondo puede entrañar la causa real del problema: relajación extrema.

*Concejal de Yopal