La FAO trabajará con los países de América Latina y el Caribe para crear una estrategia regional para disminuir el impacto del virus Zika en la seguridad alimentaria de las zonas rurales.
Con un enfoque orientado hacia las comunidades rurales, la estrategia se centrará en la disminución del mosquito Aedes aegypti –que transmite la enfermedad– identificando los públicos más vulnerables, zonas críticas, las formas en que se dispersa el mosquito y las medidas para controlarlo.
“La reducción de la población del mosquito Aedes sigue siendo la principal acción para disminuir la exposición al virus”, explicó Deyanira Barrero de la FAO.
La FAO apoyará a los países a fortalecer las acciones de control integral del mosquito en las comunidades rurales, recogiendo saberes locales y prácticas culturales, y apoyando un uso responsable de pesticidas e insecticidas, cuando sea necesario.
“Por el momento el virus Zika lleva la delantera: la región tiene condiciones agroclimáticas favorables para el mosquito que lo transfiere, por eso es tan urgente una respuesta regional integrada”, dijo Barrero.
Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que, para principios de 2017, habrá cuatro millones de personas infectadas en América Latina y el Caribe, mientras que un nuevo informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señala que el Zika tendrá un impacto mayor en los países más pobres de la región y en los grupos vulnerables, sobre todo en las mujeres pobres.
Por ello, el proyecto de la FAO incluye una estrategia de comunicación orientada a las comunidades rurales para que conozcan y apliquen los mejores métodos para controlar el mosquito, como medida de prevención.
Un uso seguro de pesticidasEl virus Zika afecta la salud pública, la productividad agropecuaria y la inocuidad de los alimentos, por lo que tiene impactos sobre la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen de la agricultura como su medio de vida.
Según la FAO, la lucha por controlar el mosquito que transmite el virus Zika puede conllevar un fuerte aumento en el uso de insecticidas y pesticidas.
“Es esencial que esto se haga atendiendo las recomendaciones de uso y manejo establecidas por OMS y FAO, para garantizar la salud pública, la inocuidad de los alimentos y para proteger la cadena agroalimentaria de cualquier contaminación”, explicó Barrero.
Elementos de una respuesta regional coordinadaLa estrategia apoyada por la FAO complementará los esfuerzos de organizaciones como la OIE, PNUD, World Vision y la OMS y las autoridades sanitarias de los países, por lo que uno de sus puntos centrales es fortalecer la coordinación entre las agencias para identificar las herramientas disponibles e intervenciones en curso.
La FAO recomienda utilizar modelos predictivos que relacionen datos clínicos, meteorológicos, climáticos, sociales y ambientales para poder dar una respuesta eficiente al problema del Zika, apoyada por un trabajo intersectorial que involucre los ministerios de salud, agricultura, medio ambiente y educación, entre otros.
Controlar el Zika también requiere un sistema de gestión de datos y muestreo para apoyar programas nacionales y la difusión y transferencia de tecnologías.
Diversos métodos de controlSegún la OMS y la FAO, la eliminación de los criaderos de mosquitos es la intervención más eficaz para proteger a las poblaciones, pero el control debe abordar todas las etapas de la vida del mosquito mediante diversos métodos de control.
La gestión ambiental implica modificar el entorno, las viviendas, la infraestructura y el abastecimiento del agua y para reducir los hábitats de las larvas del mosquito, mientras que el control químico implica la utilización de insecticidas en zonas de alto riesgo.
Otras formas de lucha son el control biológico, basado en la introducción de organismos que actúan como depredadores o parásitos del mosquito, y el control genético, que consiste en la liberación de machos genéticamente modificados que al aparearse con la hembra silvestre producen crías estériles.
El mejor aliado: las propias comunidades ruralesSegún la FAO, las propias comunidades rurales e indígenas representan uno de los mejores aliados para controlar el avance del mosquito Aedes aegypti y el virus Zika en América Latina y el Caribe.
Como parte de la estrategia regional, la FAO desarrollará una serie de materiales de comunicación que informarán a las personas, familias y comunidades rurales sobre métodos para el manejo sostenible del mosquito transmisor del Zika.
Estos incluirán guías y recomendaciones sobre el uso de insecticidas y medidas para prevenir y mitigar los riesgos de contaminación en los sistemas agrícolas, métodos de control biológico, y medidas sanitarias.