El impuesto a las motos es uno de los más regresivos que el santismo pueda imponerles a los colombianos. Porque es un vehículo de transporte y trabajo de los estratos populares y porque el impuesto se elevará del 16 al 27%, un incremento escandaloso, del 69%, señaló el senador Jorge Enrique Robledo, quien explicó que además el ministro Cárdenas y el santismo lo introdujeron casi a las escondidas.

Más de 400.000 mototaxistas y 800.000 mensajeros y domiciliarios quienes usan su moto como instrumento de trabajo se verán gravemente afectados por la medida.

El regresivo impuesto también perjudicará a más de 100.000 trabajadores del sector industrial del país, muy afectado por los TLC, así como a los 650.000 compradores que año a año adquieren una motocicleta.

“Esta es otra razón más para insistir en la posición del Polo de que lo mejor es hundir la reforma tributaria”, insistió Robledo, quien recordó que 13 millones de colombianos de los sectores populares tienen las motos como un bien de primera necesidad.