Ana León Barón, una mujer campesina de Tunja, vivió una dramática historia por ser madre de una niña. El padre de la menor, Javier Paipa Reyes, desde antes del nacimiento de la menor, expresó el rechazo por haber concebido una hija.
“Me repetía que yo no podía tener una niña, que él quería un varón. Que, si llegaba a dar a luz a una niña, tenía que atenerme a las consecuencias (...) que la regalara, que la botara, que hiciera lo que quisiera con esa bebé, pero que no la quería cerca”, relató la desdichada mujer a las autoridades boyacenses.
Apenas unos días después del nacimiento de la bebé, el deshumanizado padre intentó quemarlas vivas dentro de su residencia en la vereda “Chorro Blanco”, a 10 minutos del casco urbano de Tunja. Sin embargo, la mujer logró escapar y salvó su vida y la de su bebé.
Al no lograr su cometido, según reseñan los testimonios que ha recaudado la Fiscalía, Paipa Reyes decidió prender fuego y destruir la ropa de la pequeña.
Por esos hechos ya se le había impuesto una medida de caución que le ordenaba no acercarse a sus víctimas ni tener conductas agresivas con las mismas.
Sin embargo, el pasado 3 de enero, el hombre ingresó de forma violenta a la vivienda, para raptar a la bebé justo en el momento en el que estaba siendo cuidada por su hermano, otro niño de no más de 12 años, mientras su madre adelantaba labores propias del campo.
Paipa Reyes, llevó a más de un kilómetro de su vivienda a la bebé y la abandonó en medio de un terreno con un espeso pasto, a la intemperie y expuesta a los peligros del terreno y a las condiciones meteorológicas.
Tras el robo de la bebé, familiares, vecinos y policía , emprendieron la búsqueda desesperada de la menor. Esas labores se extendieron durante más de 5 horas alrededor de toda la zona rural.
Fue la propia madre quien encontró a la bebé al advertir en un potrero el llanto desesperado de la niña, que presentaba síntomas de hipotermia e inmediatamente fue trasladada a un centro asistencial de Tunja.
Javier Paipa Reyes, fue capturado en un reconocido Centro Comercial del Norte de Tunja, gracias a la información entregada por su empleador y puesto a disposición de la Fiscalía 8 Seccional URI de Tunja, que le imputó cargos por el delito de feminicidio agravado en grado de tentativa, en concurso heterogéneo con violencia intrafamiliar agravada y homogénea.
Ante el juzgado primero penal con función de control de garantías, Paipa Reyes no aceptó los cargos. El juzgado le impuso detención preventiva en establecimiento carcelario, y fue recluido en el establecimiento carcelario de mediana seguridad de Cómbita.