Por: Helman Vega Otálora

De los aspectos más añorados por propios y visitantes, junto con la pavimentación de la vía central en el tramo Matabrava – Orocué, es la pavimentación de las vías urbanas, las que se encuentran destapadas en un 87%; pues bien, atrás comienza a quedar ya el recuerdo del polvo rojizo que cubría el calzado de los turistas, al apearse del sus vehículos en Yopal, Villavicencio, Bogotá, o cualquiera que fuere su lugar de procedencia, delatando el sitio de la geografía nacional en donde habían pasado el último fin de semana; esa impronta, única de un paraje exótico y apacible ya no será tan común en nuestros visitantes, puesto que la administración municipal “Guio a Mi Pueblo”, adelanta la pavimentación de 5,4 kilómetros de las vías urbanas.

Con la fundición de 80 metros de placa en concreto rígido, de un espesor de 16 centímetros y un ancho de 5 metros, se dio inicio a tan anhelada, solicitada y prometida obra para los orocueceños, el fin de semana que acaba de transcurrir; el tramo comprende la pavimentación parcial de la diagonal 5 de la nomenclatura urbana, o lo que es lo mismo, la vía de Chavita Amézquita, quien se recupera satisfactoriamente de sus quebrantos de salud, en la ciudad de Villanueva, razón por la cual no ha podido ver la realidad ante sus ojos, después de tantas promesas no cumplidas.

La calle de la casa Amézquita, es la primera de las vías destapadas del centro histórico del municipio de Orocué, que tendrá pavimento en el verano que se avecina, según lo aseveró el mandatario local Reinaldo Guio Cisneros; quien además agregó que se encuentra dispuesto el equipo humano y técnico para la ejecución de esta importante obra; al igual que resaltó el resultado positivo que ha arrojado la configuración del material de la sub base, conformado por una mezcla de material mixto de río y material de cantera, (explotado en Orocué); homogenizado con emulsión asfáltica y con lo que se ha logrado una muy buena especificación técnica, luego del fraguado; además de los beneficios en materia de costos, dado que no se debe transportar material de las canteras del río Tocaría para la conformación del soporte de la placa.

Un capítulo aparte vivirán los más románticos, quienes han crecido en esas calles polvorientas en verano y empantanadas en invierno, con el recuerdo de las jugarretas de trompo y bolas de cristal para época de semana santa; ahora las velocidades de movilidad y la rigidez de las nuevas vías no solo no lo permitirán sino que se aumentará el riego de sufrir algún percance. Sea este el costo de dar un importante paso hacia el desarrollo; para el cual debe empezar la preparación en materia de organización vial y reglamentación de la movilidad urbana.