Corporinoquia y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá liberaron 212 animales de diferentes especies. Durante la actividad se devolvieron a su entorno natural 7 loros reales, 2 boas constrictor, 9 monos cornudos, 94 morrocoyes, 1 torcaza, 1 ñeque, 2 armadillos, 1 zarigueya, 1 geco, 1 culebra cazadora, 1 cusumbo, 58 tortugas terecay, 12 tortugas charapa, 2 perros de monte y 9 monos ardilla

El proceso de liberación se llevó a cabo en el Hato La Aurora ubicada en la vereda Matapalito entre Hato Corozal y Paz de Ariporo. Los animales liberados hacen parte de un proceso de recuperación y rehabilitación producto del decomiso de tráfico de fauna silvestre en la capital del país.

Los procesos de liberación entre Corporinoquia y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá se viene realizando desde hace 6 años aproximadamente y cada vez que la Secretaría tiene animales que están listos para ser devueltos a su hábitat, envían un listado de los individuos a la Corporación con el ánimo de identificar los ecosistemas idóneos a fin de propiciar su protección.

Según estadísticas de decomisos de la Secretaría Distrital de Ambiente registradas desde el año 2008 a la fecha, durante estos años se registraron más de 4.500 decomisos por año, es decir 500 animales en promedio por mes en donde se destacan épocas pico donde los decomisos se disparan así como el tráfico de la carne principalmente en Semana Santa, vacaciones de mitad de año y en el mes de enero.

Los lugares identificados con mayor recepción de animales producto del tráfico ilegal provenientes de los llanos orientales son la plaza de mercado del Restrepo, Paloquemao, Corabastos y hasta por internet en donde se llega a pedir hasta 120 mil pesos por una boa constrictor y 80 mil por un mono ardilla.

Por tanto, es un compromiso de Corporinoquia y de la Secretaría de Ambiente de Bogotá reforzar sus programas de educación ambiental para que la comunidad respete la fauna silvestre, ya que si bien los números de individuos en cautiverios son elevados, también es cierto que varios de ellos han sido entregados de manera voluntaria en los últimos años, lo que indica el cambio de conciencia y respeto por las especies silvestres.

El Hato La Aurora es un ejemplo de conservación y con su aporte al medio ambiente apoya la tarea de Corporinoquia de velar por la protección de los recursos naturales, debido a que ha permitido en varias ocasiones que la Corporación libere en sus predios diversas especies de animales contribuyendo con su preservación.