Corporinoquia y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá realizaron una nueva liberación de fauna silvestre en el norte de Casanare.

Durante la actividad se devolvieron a su entorno natural 120 morrocoyes, 35 terecayes, 9 monos ardilla, 3 zorros cangrejeros, 3 boas constrictor, 3 iguanas, 3 perros de monte, 2 garrapateros, 1 picure, 1 cusumbo y 1 zarigüeya.

El proceso de liberación se llevó a cabo en la Reserva Natural de la Sociedad Civil La Esperanza ubicada en la vereda Caño Chiquito del municipio de Paz de Ariporo. Los animales liberados hacen parte de un proceso de recuperación y rehabilitación producto del decomiso de tráfico de fauna silvestre en la capital del país.

Los procesos de liberación entre Corporinoquia y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá se viene realizando desde hace 5 años aproximadamente y cada vez que la secretaría tiene animales que están listos para ser devueltos a su hábitat, envían un listado de los individuos a la autoridad ambiental con el ánimo de identificar los ecosistemas idóneos a fin de propiciar su protección.

“Para la Secretaría Distrital de Ambiente la respuesta es muy receptiva por parte de Corporinoquia en cuanto a que nos da vía libre para poder reintroducir estos animales aquí, teniendo en cuenta que el 80% de los animales que llegan a Bogotá y que son incautados por la Policía Ambiental, son procedentes de los llanos orientales y en especial de la zona norte de esta región”, comentó Yudi Cárdenas, Bióloga del Centro de Recepción de Especies de Fauna y Flora Silvestre de la Secretaría Distrital del Ambiente.

Según estadísticas de decomisos de la Secretaría Distrital de Ambiente registradas desde el año 2008 a la fecha, durante estos años se registraron unos 4.500 decomisos por año, es decir 500 animales en promedio por mes en donde se destacan épocas pico donde los decomisos se disparan así como el tráfico de la carne principalmente en Semana Santa, vacaciones de mitad de año y en el mes de enero.

“La personas que se identifican con fauna silvestre que están en estas reservas de la sociedad civil, aman los animales, respetan la fauna y tienen esa idiosincrasia de que el animal debe estar en vida silvestre más que siendo mascota u obligándolo a venderse en las ciudades y ello brinda las garantías necesarias para que estos procesos obtengan sus frutos”, agregó Cárdenas.

Los lugares identificados con mayor recepción de animales producto del tráfico ilegal provenientes de los llanos orientales son la plaza de mercado del Restrepo, Paloquemao, Corabastos y hasta por internet en donde se llega a pedir hasta 120 mil pesos por una boa constrictor y 80 mil por un mono ardilla.

Por tanto, es un compromiso de Corporinoquia y de la Secretaría de Ambiente de Bogotá reforzar sus programas de educación ambiental para que la comunidad respete la fauna silvestre, ya que si bien los números de individuos en cautiverios son elevados, también es cierto que varios de ellos han sido entregados de manera voluntaria en los últimos años, lo que indica el cambio de conciencia y respeto por la especies silvestres.