Maní, Hato Corozal, Orocué y Paz de Ariporo son los municipios con el mayor número de damnificados, según el comité departamental para la gestión del riesgo de desastres, alcanzando un total de 2.655 damnificados durante la temporada invernal de este año.

La estadística señala que por lo menos 900 hogares se han visto afectados por inundaciones.

Maní fue el primer municipio de la región en declarar calamidad pública, instrumento con el cual requiere el apoyo del nivel departamental, al verse sobrepasado en su capacidad económica y logística para atender dichas familias.

Según Leonardo Barón Pulido, coordinador Departamental Para la Gestión del Riesgo de Desastres, el IDEAM persiste el alerta roja sobre el río Meta, por lo que se recomendó a la población ribereña tomar todas las medidas preventivas, pues el nivel de alerta indica que el afluente en algunos sectores se encuentra sobre su cota máxima.

Asimismo en el Departamento se continúan presentando deslizamientos, principalmente en municipios como La Salina, Recetor, Chámeza y Támara.
El IDEAM mantiene en alerta naranja a gran parte del Casanare por incidencia de este fenómeno; por lo que se aconseja reconocer las zonas de ladera visitadas y evitar conducir mientras llueve.

Mientras tanto, la Gestión del Riesgo y los entes operativos, Defensa Civil, Cruz Roja y Bomberos, continúan atentos a las diferentes situaciones que se puedan presentar, atendiendo de manera oportuna con maquinaria o prestando los servicios de socorro y primeros auxilios cuando el evento lo requiera.

Se recomendó a las Alcaldías mantener sus Consejos Municipales de Gestión del Riesgo activos y a las empresas públicas y privadas sus planes de contingencia.