Con información de Dinero.com
Problemas de orden público, desacuerdos de la comunidad, demoras en la licencia ambiental, protestas de sindicalistas y la ola invernal, hicieron que el Oleoducto Bicentenario tuviera que modificar su cronograma inicialmente previsto.
La primera fase del proyecto liderado por Ecopetrol, que incluye una capacidad de 120.000 barriles en una línea que va desde Araguaney (Casanare) hasta Banadía (Arauca), ya no estará lista a finales de 2011, sino en el tercer trimestre de este año.
Así las cosas, la entrada en operación se daría sólo hasta el tercer trimestre o finales de 2013 y no culminando 2011, como se había planeado inicialmente.
La primera fase cuesta unos US$1.031 millones, que serían financiados así: 30% aporte directo de capital de los socios (Ecopetrol, Pacific Rubiales, Petrominerales, Hocol, C&C Energía Barbados, Canacol y Vetra) y 70% a un crédito capitalizable.
La inversión total del proyecto, incluyendo la construcción de la Fase 2 (hasta Ayacucho) y la Fase 3 (hasta el puerto de Coveñas), ascendería a US$4.200 millones. La capacidad final será de 450.000 barriles.
Muchas piedras en el zapato
El proceso para la vinculación de inversionistas para el proyecto de transporte de crudo más ambicioso del país, inició en marzo de 2010 con un primer acercamiento a 58 compañías.
En octubre de 2010 se hizo la oferta para adquisición de acciones, en la que participaron seis empresas que se sumaron a Ecopetrol, el accionista mayoritario, que quedó con el 55%.
En ese momento, el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, señaló que “aspiramos a que esté en operación justamente en octubre del próximo año (2011) y estaría conectando con el oleoducto de Caño Limón Coveñas para aprovechar unos excedentes.
Pero empezaron los problemas. El primero: demoras en la consecución de la licencia ambiental.
Julio César Vera, director de Hidrocarburos del Ministerio de Minas, reveló que una presentación que hizo en septiembre de 2011 que el inicio de la construcción del Oleoducto Bicentenario “se postergó seis meses por trámite de licencia ambiental”.
El segundo: descontento de las comunidades.
A mediados de 2011, algunos pobladores de las áreas de influencia del proyecto interpusieron la licencia ambiental que ya había sido otorgada, lo cual dilató de nuevo el inicio de las obras.
Esto hizo que la fecha programada para la entrada en operación de la primera fase quedara aplazada hasta el primer trimestre de 2012.
El tercero: protestas de los sindicatos.
En septiembre de 2011, una huelga protagonizada por Sindispetrol, el sindicato del oleoducto, hizo que se suspendiera temporalmente la construcción del tubo. En ese entonces ya se hablaba de que la primera fase entraría en el segundo trimestre de 2012.
El cuarto: la guerrilla.
Hace apenas dos días desapareció una decena de subcontratistas del Oleoducto Bicentenario, mientras se movilizaban por zona rural del municipio de Tame, en Arauca.
Aunque aún no se ha confirmado su paradero, según Caracol Radio, las autoridades tienen indicios de que los trabajadores pudieron haber sido plagiados por el Ejército de Liberación Nacional, que es el que actúa en la zona.
El presidente de Ecopetrol dijo este jueves que “si bien es cierto que se han presentado unas dificultades, estas se han venido superando tanto en la parte de orden social, como en el orden público se ha contado con el apoyo permanente de la Fuerza Pública para ir atendiendo estas situaciones”.
Aunque el secuestro de los subcontratistas no retrasará más las obras, como van las cosas, el Oleoducto Bicentenario empezaría a transportar 120.000 barriles diarios en julio o agosto de este año, en el mejor de los casos.
El quinto: la lluvia
“Hay muchos temas que tienen que ver con aspectos sociales, constructivos, la ola invernal, son distintos factores, que se han venido superando”, puntualizó Javier Gutiérrez.