Nuevamente el tema de la construcción del frigorífico para Casanare fue tocado en la Asamblea Departamental a petición de la diputada Sonia Bernal, quien señaló que el proyecto debe tener todo el respaldo del Departamento, porque debe verse como la mejor oportunidad para generar empleo siendo el segundo hato ganadero del país.

Bernal expuso que más de 2 millones de cabezas de ganado son llevadas en pie hacia Bogotá, cuando en Casanare podrían perfectamente procesar el producto cárnico resolviendo problemáticas de desempleo y generando oportunidades.

“El frigorífico sería una solución ante la ausencia de plantas de beneficio por no cumplir con los requisitos y normas para su operación”. Sonia Bernal señaló que además Casanare debe apuntarle a la oportunidad que genera la industria de la marroquinería.

Existen tres propuestas para el desarrollo de un frigorífico en el departamento, pero por una acción mezquina de un ciudadano que interpuso una demanda la idea quedo paralizada truncando su ejecución, dijo Sonia Bernal.

El proyecto más adelantado es el contemplado por la firma casanareña Serpet, el cual sería construido en el sector de la Niata, sin embargo, está truncado por un demandante, dijo Bernal al señalar la acción como perversa para evitar el desarrollo del Departamento.

En la Asamblea Departamental estuvo el representante de Serpet, Reinaldo Parra señalando que existe la voluntad para construir el frigorífico, pero han puesto muchos palos en la rueda por factores políticos. Dijo que continúa pendiente de la decisión judicial para avanzar en el proyecto de acuerdo con la imperiosa necesidad que hay en Casanare.

La Demanda

La construcción del frigorífico se detuvo luego de que un Juez ordenara suspender provisionalmente la licencia de construcción 1002202383 de 28 de junio de 2018 otorgada por el Municipio de Yopal a Julián Renato Parra Gómez para adelantar el proyecto “Planta de Beneficio Animal Frontino”.

La decisión del Juez Roberto Vega Barrera obedece a una Acción Popular interpuesta por Oromairo Avella Ballesteros, quien sustentó que el proyecto a desarrollar en el predio “La Corbata” del corregimiento de la Niata de Yopal tiene inconsistencias en el trámite de la licencia, como la falta de permisos y concesiones ambientales y que hace falta un concepto favorable de la autoridad sanitaria, Invima.

Argumentó en la demanda que el uso de suelos desconoció las normas urbanísticas y el tratamiento del suelo rural de Yopal establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial, estipulado en el Acuerdo 024 de 2013, ya que se trata de un proyecto industrial de alto impacto que debe estar condicionado a los permisos ambientales, a lo que se le suma que es un predio rural que no cuenta con servicios públicos por lo que debe haber un visto bueno por parte de la autoridad ambiental.
El POT indica que esa zona es para el desarrollo productivo en áreas de producción agropecuaria.

Avella Ballesteros en su momento advirtió que los tramites de licenciamiento deben ser dados a conocer a los vecinos colindantes del proyecto para que se realice una reunión de socialización con el fin de que expresen acuerdos y desacuerdos, que debe realizarse con cinco días hábiles antes de otorgarse la licencia de construcción y solo se conoció de algunas notificaciones a empresas colindantes, pero fuera de los términos.

El demandante indicó que no tienen permisos para aprovechamiento del recurso hídrico para la construcción y el desarrollo del proyecto.

Agregó que otra causal para la suspensión es que el proyecto está cercano al Relleno Sanitario El Cascajar y a la Refinería HidroCasanare, lo que genera un foco de contaminación por los vectores que hay en la zona propios del proceso de tratamiento de los residuos sólidos.

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