La ola invernal en el piedemonte llanero, sumada a la carga extra dimensional que la petroleras envían por la carretera del Cusiana, continúan originando trancones en la única vía habilitada para el paso de máquinas pesadas hacia Casanare y Meta.
La semana pasada se presentaron cierres totales que originaron inmensas filas de vehículos del lado de Casanare y Boyacá, causando traumatismos a los viajeros y empresas que movilizan miles de toneladas de carga.
El Comandante de la dirección de Tránsito y Transporte de la Policía, General Rodolfo Palomino, estuvo la semana anterior en la vía, verificando la falta que hace la presencia de uniformados, para impedir que los conductores de vehículos de carga impongan su ley, ya que cuando los inmensos camiones se atascan, atraviesan sus vehículos y no permiten el paso de los demás.
El alcalde de Pajarito, Nivardo Miranda, se quejó de la falta de atención del Gobierno nacional y señaló que para autoridades locales es imposible tener algún tipo de medidas, pues esa es una vía nacional, bajo la responsabilidad del Invías.
“Los trancones de los últimos días obedecen al mal estado de la vía, a los deslizamientos en varios sectores y al paso de maquinaria pesada, que en muchas ocasiones se vara, se entierra o se atasca en los tramos estrechos”, afirmó Miranda.
Diariamente están pasando por esta vía entre 200 y 300 tractomulas que transportan maquinaria para el oleoducto del Bicentenario, además de maquinaria extra dimensionada para todas las compañías petroleras que operan en Casanare y Meta.
Aunque hay algunas restricciones en horarios y peso de la carga, no hay quién las haga cumplir, ya que la Policía aparece eventualmente y la carretera del Cusiana es la única de la región habilitada para el paso de esta clase de maquinaria, pues la vía por Villavicencio está concesionada y la del Valle de Tenza no es lo suficientemente ancha.