El alcalde de Monterrey, Alejandro Ballesteros, abordó las críticas sobre su participación en eventos festivos, afirmando que, aunque no es aficionado a las celebraciones, comprende el valor que estos festivales tienen para la economía y el turismo del municipio. “Me dicen el alcalde de las fiestas, pero a mí no me gustan. Sin embargo, el sector público me condiciona a compartir con el pueblo, y sé que disfrutan de estos eventos”, expresó.
Ballesteros señaló la importancia económica de festivales como el Festival de Verano, que en el 2025 será trasladado al segundo fin de semana de enero para atraer más turistas, calculando la visita de 120.000 personas.
“Esperamos que esta inversión de 1.900 millones de pesos deje una rentabilidad notable. Se evaluará cuántos turistas vinieron, cuánto gastaron en hoteles y comercios locales. Monterrey empieza a destacar como un destino turístico y, con ello, impulsamos el crecimiento económico de la región”, explicó.
Además, el mandatario criticó la falta de respaldo del Concejo Municipal en proyectos clave de infraestructura. Según Ballesteros, el Concejo no aprobó las vigencias futuras necesarias para ejecutar la obra de la calle 15 este año, lo que ha impedido la generación de empleos en Monterrey.
“El recurso queda congelado para 2025, no vamos a gastarlo por gastarlo”, señaló el alcalde, quien enfatizó que el retraso obedece a la oposición de ciertos concejales, mientras otros sí colaboran en el cumplimiento del plan de desarrollo aprobado en febrero.
Ballesteros aseguró que, pese a los obstáculos, continuará trabajando con el equipo de su administración y los concejales que apoyan su visión para alcanzar un “futuro mejor” para Monterrey.