La liberación de las especies se dio después de una visita realizada a un pozo petrolero ubicado en el municipio de San Luis de Palenque.
Allí se había presentado una queja a la Corporación por el posible avistamiento de una anaconda o como se conoce comúnmente en los llanos. un güio de agua y que para los empleados de la locación representa un peligro para su integridad, ya que según los operarios el animal podría llegar a medir un máximo de 8 metros de largo y sustentaban su queja a través de registros fotográficos.
Una vez en el lugar, los funcionarios de la Corporación inspeccionaron el área donde posiblemente se encontraba el animal, pero las pesquisas no dieron resultado pues aparentemente este se encontraba dentro de una gran piscina que recoge aguas lluvias.
No obstante se logró capturar una de sus crías, ya que si bien no se pudo aprehender al ejemplar más grande, sí es importante realizar un control a estos animales pues en masa pueden causar bastantes molestias.
Una vez capturado el pequeño animal que medía aproximadamente un metro se dispuso a su liberación junto con otras especies de culebras.
Los animales que se liberaron en las inmediaciones de un caño del municipio de San Luis de Palenque fueron un güio de agua o Eunectes marinus, un güio perdicero o Boa constrictor y tres güios tornasol o Epicatres cenchira, estos cuatro últimos son muy comunes en los alrededores de pequeñas poblaciones pues suelen reunirse en épocas de verano cuando los espejos de agua son reducidos y tienden a buscar estos espacios en busca de roedores para alimentarse.
De igual forma se liberaron dos ejemplares de galapas o Podocnemis vogli las cuales habían sido incautadas, pues estas al igual que el güio de agua, son especies que actualmente se encuentran en peligro de extinción, por lo que la Corporación hace énfasis en su protección e insiste a la comunidad no traficar ni atentar contra las especies por peligrosas que parezcan.
Ante todo es recomendable alejarse de dichos animales y comunicarse con Corporinoquia para que los profesionales especializados realicen su posterior reubicación, cuando se trata de animales potencialmente peligrosos como el güio de agua.
Con estas liberaciones ya son 30 ejemplares de diversas especies que han sido liberados en diferentes puntos de la región casanareña como un cuerpo espín o Coendou prehensilis, un oso palmero o Myrmecophaga tridactyla, un morruco sabanero o Sporophila, un búho o Asio flammeus, una iguana, un güio de agua o Eunectes marinus, dos galapagas o Podocnemis vogli, tres güios perdiceros o Boa constrictor, cuatro güios tornasol o Epicrates cenchria, 15 Morrocoyes o Chelonoidis carbonaira.
Aunque dichas actividades son constantes, estas liberaciones se realizaron desde marzo a la fecha y son el producto de incautaciones y entregas voluntarias ejecutadas por la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia y la Policía Ecológica y Ambiental de Casanare.