Por Campetrol Prensa
En el ámbito de la exploración y explotación (upstream
*) en el sector de hidrocarburos, la exploración sísmica es la más importante y frecuente de las técnicas utilizadas dentro de los esfuerzos de la industria por hallar yacimientos valiosos del recurso, tanto en tierra (onshore
*) como en el mar (offshore
*).
Esta exploración permite determinar la composición y estructura de las capas de la tierra de un espacio en particular, mediante la generación y detección de ondas acústicas artificiales que rebotan de distintos modos según las características del terreno, esto ayuda a identificarlas rocas porosas que almacenan hidrocarburos.
En Colombia la evolución de la sísmica ha sido notable en los últimos diez años, pues previo a la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) en 2003, la sísmica era relativamente baja, debido a que los grandes yacimientos del recurso se habían encontrado décadas atrás, (Cupiagua y Cusiana), lo que desincentivó la exploración a favor de la alta explotación de estos campos.
Sin embargo, con la reestructuración del sector hidrocarburos y un renovado interés por parte de inversionistas extranjeros, se dio una nueva fuerza a esta modalidad, aunque inicialmente gran parte de esta se dedicó a encontrar hidrocarburos en zonas offshore, la falta de éxito en esta búsqueda redirigió parte de los esfuerzos al plano onshore.
Al llegar la crisis de precios de 2009, se intensificó aún más el esfuerzo exploratorio para recuperar lo perdido en ventas de barriles, teniendo una cifra de sísmica tan alta como en 2006, (cabe aclarar que entre 1989 y 2005 se habían explorado menos de 11.000 kilómetros).
En 2010, cuando el sector de hidrocarburos contaba con precios internacionales revitalizados y crecientes, Colombia volvió a desincentivar la exploración para dar paso a grandes volúmenes de barriles producidos para el consumo interno y externo, como se observa en la primera gráfica.
No obstante, el nuevo ritmo productivo recordó a los actores del sector la situación preocupante de reservas con las que contaba el país, por lo que en 2013 se retomó la exploración sísmica de nuevo enfocada en el offshore, lo cual generó que en 2014 se alcanzara un total de 40.060 km explorados, de los cuales el 80% se dedicaron a costa afuera.
Tras esta acción de la industria, se descubrieron tres (3) yacimientos offshore, por lo que la exploración marítima constituye para 2015 una prioridad para el sector, sin embargo, esto presenta un desafío considerable para las empresas de adquisición sísmica del país.
Para 2015, la meta programada, como indica la gráfica, es de 38.000 km, de los cuales 5.800 son onshore (15%), sin embargo, durante el primer trimestre del año, solo se han ejecutado 277 km de exploración offshore y cero (0) onshore (0.8% y 0% respectivamente).
Si bien el año 2015 tiene una meta mucho mayor en sísmica que la de 2014 (38.000 km y 25.750 km, respectivamente), cabe indicar que la sísmica total del primer trimestre de 2015 es significativamente menor a la de 2014 (277 km y 7100 km respectivamente), lo anterior deja serias inquietudes sobre la capacidad de cumplimiento de las metas.
Como indica la segunda gráfica, el promedio empresarial dedicado a la exploración sísmica se ha visto fuertemente afectado por la disminución de esta actividad. A pesar que 2013 fue un año con un volumen exploratorio considerable, gran parte de este fue offshore, enfoque en el cual la industria colombiana no es competitiva frente a empresas internacionales con varios años de experiencia y con mejor tecnología.
Por lo anterior, en 2013 la rentabilidad de los activos llegó a pérdidas de alrededor de 4.27%, con un margen de utilidad menor al 2% y un nivel de endeudamiento empresarial del 75%.
La desaceleración en la sísmica expuesta anteriormente, ha tenido como consecuencia la salida de varias empresas del mercado (habían 15 en 2011, 7 en 2013 y 5 en 2014), la disminución en la contratación de personal también se vio afectada (había 10 brigadas en 2011, 7 en 2012, 4 en 2013 y 3 en 2014). Además, las metas individuales por onshore y offshore no se han alcanzado en los últimos dos años y, con una reducción del 50% de la inversión en exploración para 2015, el panorama es preocupante.
No solo se presenta el conflicto de la falta de competitividad de las empresas de adquisición sísmica del país, sino que además la exploración offshore requiere una inversión mucho mayor a la onshore, con menores probabilidades de éxito y más territorio que cubrir.
En esta carrera por reabastecer a la economía nacional, el país está en desventaja, porque el grado de inversión de capital y tiempo son grandes y arriesgados dada la situación actual por la que atraviesa el sector, (en promedio un proyecto offshore satisfactorio toma diez (10) años en desarrollarse, tres más que lo que dispone el país para agotar sus reservas probadas).
Por lo anterior, es necesario reevaluar la estrategia de recuperación del sector, diversificando el riesgo de las inversiones en proyectos varios con una mayor probabilidad de éxito (el gran triunfo offshore del año pasado se logró con un 37,5% de éxito, notablemente más bajo que el de las reservas probables).
* Up Stream: Término en inglés que se refiere a las primeras actividades de la industria del petróleo: Exploración y explotación.
* Off shore: Término inglés que significa costa afuera. Se refiere a las actividades petroleras que se realizan en la plataforma continental y en aguas internacionales.
* On shore: Es la actividad petrolera que se realiza en tierra.