La Federación Nacional de Arroceros - Fedearroz - aclaró las cifras relativas a los inventarios de arroz con el que el país arrancó en el 2021, dadas las que consideró “tergiversaciones” que se han venido dando, generando consecuencias negativas sobre el mercado.
La Federación recordó que a través de su División de Investigaciones Económicas y de manera conjunta con el DANE, es quien lleva a cabo de manera permanente el monitoreo y análisis de todas las cifras con incidencia económica en esta cadena productiva, herramienta que contribuye a la toma de decisiones de política agrícola en busca de las condiciones más favorables para el desarrollo de esta actividad.
“Fedearroz está en capacidad de asegurar, que, si bien los inventarios de arroz paddy existentes en la actualidad son los más altos de la historia, no llegan a los 2 millones de toneladas de arroz paddy como se ha venido manifestando desde algunos sectores, sino que son de 1,1 millones de toneladas de paddy seco, equivalente a 750 mil toneladas de arroz blanco”.
Según la agremiación, estas existencias que obedecen al comportamiento de la cosecha a lo largo del 2020 que fue de 3,5 millones de toneladas de arroz paddy verde, la más alta de los últimos años, se dio en medio de la respuesta positiva de nuestros agricultores a los retos en materia de alimentación que imponía la pandemia del covid-19.
Para Fedearroz, esta circunstancia no puede ser interpretada como una crisis del sector en sí, “lo cual si se genera cuando ocurren informaciones equivocadas, que llevan al descenso injustificado de los precios y crean incertidumbre en el mercado”.
No se trata de desconocer el incremento de producción que por exceso de áreas y el mejoramiento de los rendimientos se dio el año anterior, sino de entender las bases sólidas sobre las cuales se ha formulado el Programa de Ordenamiento a la Producción desde el Consejo Nacional del Arroz, alrededor del cual debe planearse en forma correcta las siembras en el primer semestre de 2021, señaló la entidad.
De acuerdo con ello dichas siembras no deben pasar de 350 mil hectáreas en el primer semestre y 170 mil en el segundo semestre, meta a la que deben ajustarse los agricultores para no generar presiones negativas sobre el mercado, ni golpear la rentabilidad del cultivo.
Dentro de las aclaraciones que consideró pertinente Fedearroz, haciendo un llamado a la calma en el mercado, es que las condiciones actuales tampoco generan un fuerte incentivo a las importaciones, toda vez que el precio interno está por debajo de los costos de importación desde los países andinos, dada la tasa de cambio y la mayor competitividad que se ha generado en el sector productor arrocero colombiano, gracias a la adopción de tecnología por parte de los productores promovida desde la Federación.
Fedearroz rechazó “las especulaciones con cifras equivocadas, que solo están llevando a la caída injustificada de precios en algunas regiones y se reitera que no existen condiciones que hagan aumentar la oferta por cuenta de importaciones”.