Uno de los resultados que más preocupan del 4° Censo Nacional Arrocero, está relacionado con el estado de la maquinaria agrícola. Así lo dio a conocer el Gerente General de Fedearroz Rafael Hernández Lozano, quién señaló con preocupación que gran parte del parque de maquinaria compuesta por cosechadoras y tractores en manos de los productores arroceros, se encuentra obsoleta.

El dirigente gremial recordó que en desarrollo del 4° Censo Nacional Arrocero se entrevistó a más de 16 mil agricultores en 210 municipios, para conocer todas las variables de esta actividad.

En el caso de los tractores, se encontró que el 48.2% del país tienen más de 15 años lo que significa un alto grado de ineficiencia técnica y económica. En regiones como los Llanos Orientales y el Bajo Cauca o Caribe Húmedo, el número de tractores es insuficiente para cubrir la demanda, en especial, la de los últimos dos años tiempo en el cual el área sembrada se ha incrementado en más de 110.000 y 45.000 hectáreas, respectivamente.

Con relación al parque de cosechadoras el dirigente gremial indicó que el reto a superar es aún mayor, que el de los tractores, ya que en su mayoría no solo son obsoletas sino insuficientes. “Según datos del Censo, mientras que en el centro del país, una cosechadora atiende un área de 120 hectáreas, en regiones como los Llanos Orientales se utiliza para 376 hectáreas, lo que a las claras indica la problemática que ello representa, por las demoras para atender oportunamente las fechas de corta”, señaló Hernández Lozano.

Esta circunstancia unida al estado de las máquinas, que en su mayoría tienen más de 15 años de uso con un alto ritmo de trabajo, implica baja eficiencia técnica y económica que tiene como consecuencia directa la disminución en los ingresos de los productores, por las pérdidas que se generan en la cosecha, las cuales han llegado a ser hasta de una tonelada de arroz por hectárea.

En combinadas el faltante para cubrir la demanda del área sembrada en Colombia es de aproximadamente 1.200, convirtiéndose en urgente la necesidad de renovar e incrementar su número, para zonas como los Llanos y el Bajo Cauca.

“Teniendo en cuenta que en Colombia estamos próximos a iniciar las siembras de arroz de la cosecha grande de 2017, se hace necesario por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural junto con Finagro y el Banco Agrario, fijar una política de incentivos especiales para que los productores arroceros adquieran maquinaria, con prioridad de tractores y combinadas, de tal manera que puedan continuar su actividad productiva con mayor eficiencia y menos riesgos.

“Este aspecto es muy importante y decisivo, como quiera que se trata de garantizar que, en la fase final del cultivo, no se pierda buena parte de los esfuerzos y la inversión hecha a lo largo de 4 meses”, puntualizó el Gerente General de Fedearroz.

Agregó que, si bien se trata de una necesidad apremiante, es claro que aun tomando de inmediato las decisiones que corresponden, pasarían unos meses para cumplir la meta. Por ello, no contar en estos momentos con el parque de maquinaria óptimo, es otra razón de peso para que las áreas a sembrar en el 2017 no se incrementen con respecto al 2016, a fin de conservar el equilibrio necesario para evitar impactos negativos.

“Esto es posible si actuamos con responsabilidad a la hora de planificar, sembrando solamente lo que estemos en capacidad de cosechar, bajo las mejores condiciones y teniendo asegurada la venta del producto; situaciones todas que garantizarán la estabilidad del sector arrocero”, concluyó el dirigente gremial.