El general Humberto Guatibonza, director del Gaula, reveló que, por medio de mentiras, Viviana Bernal Roa fue llevada nada menos que por su propio novio a Yopal, y posteriormente a Tame Arauca. Lugar este último donde fue entregada al ELN, para pedir rescate por ella.
En la central de abastos de Bogotá habría sido planeado el secuestro de Viviana Bernal Roa, universitaria de 22 años por la que el frente Oriental de Guerra del Eln exigía 1.200 millones de pesos por el rescate pero que terminó asesinada.
Según contó el general, desde Yopal la joven estudiante de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se comunicó con su familia pero que tres días después no se volvió a saber de ella. "La madre puso la denuncia y empezamos la investigación", señaló Guatibonza. Agregó que los guerrilleros pedían 1.200 millones de pesos por liberarla.
Viviana, hija de un comerciante de Corabastos, se despidió de su familia el 17 de febrero al emprender un viaje a Yopal (Casanare), con su novio Óscar Rodríguez. Según el expediente, su novio había coordinado con dos trabajadores de Corabastos su entrega.
De Yopal, donde Viviana se comunicó con su familia, fue llevada hasta Tame (Arauca). Allí quedó en manos del Eln, que la tuvo en fincas en Cubará (Boyacá) y Saravena.
Luego descubrieron que la mujer fue asesinada con siete disparos en la cabeza y su cuerpo arrojado en zona rural de Fortul.
Los guerrilleros habrían optado por disparar siete veces contra la joven, al parecer para ocultar la identidad del hombre que la entregó: Óscar Rodríguez, su novio.
Esa es la tesis que maneja la Policía para explicar el crimen de la estudiante, cuyo cuerpo fue encontrado el 29 de marzo en la vía entre Fortul y Saravena (Arauca).
Guatibonza afirmó que después de muerta el ELN seguía exigiendo dinero a la familia para entregarla.
La investigación condujo a la captura del novio de Viviana y de seis guerrilleros.
El director del Gaula de la Policía, general Humberto Guatibonza, señaló que seguimientos llevaron a los investigadores a dar con el paradero del novio. El hombre se escondía en Gigante (Huila), en la casa de su actual compañera.
El oficial que lideró la investigación -que terminó con la captura de ocho personas- señala que los controles técnicos permitieron establecer que Rodríguez era uno de los autores del plagio.
"Entre ellos primero hablaban que el toro estaba muy mal, y luego que la vaca había muerto", señaló el Gaula. Ahora, la Policía y la Fiscalía investigan si Rodríguez también estaría involucrado en otros secuestros.