La nutria gigante (Pteronura Brasiliensis), se caracteriza por ser alargada y robusta, cuerpo esbelto, cola larga y patas palmeadas. Actualmente, está incluida como una especie de alto grado de peligro de extinción y así lo ratifica el listado oficial emanado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que la cataloga en peligro. Además, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies (Cites) prohíbe la comercialización de este ejemplar, salvo cuando se realiza con fines no comerciales, por ejemplo, para la investigación científica.
El principal problema para la supervivencia de este mamífero, es la destrucción paulatina de su hábitat natural, debido a factores como la deforestación, la alteración del curso de los ríos con fines agropecuarios o la cacería furtiva, que asedian constantemente su supervivencia. Igualmente, la incursión de madereros en la selva, la contaminación de los ríos, los desechos de la explotación minera, los pesticidas usados por los agricultores y la concentración elevada de mercurio en los peces.
Actualmente sólo habita en tierras bajas que no superan los 550 metros de altura, dentro de las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, para lo cual Cormacarena enmarcado en la campaña de sensibilización de especies amenazadas, hace un llamado urgente para su cuidado y preservación en la zona.