La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) recategorizó la condición de amenaza de estos emblemáticos cetáceos y la elevó a En Peligro (EN) de extinción debido a que se encuentran expuestos a diferentes tipos de amenazas que podrían diezmar sus poblaciones a futuro.
Las toninas son iconos culturales de la idiosincrasia Llanera, embajadores de nuestros ríos y compañeros habituales de las faenas de pesca.
Los delfines rosados (Inia geoffrensis), o toninas como son conocidos en los Llanos Orientales, se encuentran entre los mamíferos acuáticos más amenazados del planeta, debido principalmente a actividades humanas como la contaminación de los ríos, sobrepesca, deforestación e incluso capturas intencionales.
Las toninas se encuentran ampliamente distribuidas en los diferentes ecosistemas acuáticos de los Llanos Orientales donde habitan en las confluencias entre ríos principales, caños y tributarios, canales, islas y lagos.
Las primeras referencias acerca de la presencia de los delfines de río, en la cuenca del río Orinoco, las realizó Alexander von Humboldt quien, a finales del siglo XVII, reportó la presencia de la especie en el río Apure (Venezuela).
Ante el hallazgo el fin de semana anterior de un individuo de especie Tonina adulto en la vereda Carupana, en el municipio de Tauramena, la directora de Corporinoquia, Diana Carolina Mariño Mondragón, hizo un llamado a la comunidad para que se convierta en autoridad en la zona, actuando como vigías de esta especie. “Con la comunidad que acompañó la visita quedamos en contacto para que nos ayuden a seguir haciendo el avistamiento de la especie, para que nos ayuden a cuidarla en territorio y para que, ante la presencia de personas extrañas que estén lanzando redes para el aprovechamiento de Toninas, nos informen para proceder en el menor tiempo posible”, señaló.
“El ejemplar adulto llevaba más de 72 horas de fallecido. Su condición clínica se conoce como colicoactivo, o sea, un paciente que está en un grado altísimo de descomposición”, señaló Johan Camacho, médico veterinario del área de Fauna de la Subdirección de Control y Calidad Ambiental.
Sobre las causas de su muerte, presuntamente, fue víctima de chinchorreo (pesca con redes) y, aunque tenía algunas marcas en la parte lateral y dorsal izquierda, no se puede determinar con exactitud que esta sea la causa; sin embargo, es el diferencial más cercano que se tiene a través del registro ocular.
En caso de dar con el responsable la sanción administrativa acarreará multas de hasta 100.000 smlmv y según el código penal en el artículo 328, la pena en prisión va de 60 a 135 meses y también acarrea multa de 135 hasta 43.750 smlmv.
Desde la Subdirección de Planeación Ambiental, a través del área de Educación Ambiental, se programarán jornadas de capacitación para sensibilizar aún más a la población sobre el cuidado y la importancia de seguir protegiendo a esta especie, pieza clave en la regulación de la población de peces y otros animales acuáticos.