El ex alcalde de Recetor Gabriel Cocinero, murió anoche en el hospital de Yopal, luego de que momentos antes fuera atacado al parecer por un grupo de hombres armados que llegaron hasta su finca en el corregimiento de Morichal, disparándole a la altura de la cara.

Según se estableció extra oficialmente, el señor Cocinero permanecía sólo en su finca en el momento del ataque y fue su esposa quién le encontró gravemente herido, tendido en el piso y lo traslado de urgencia al centro asistencial.

El hecho se habría registrado hacia las 9:30 de la noche. La Policía estableció un operativo especial para dar con los responsables del crimen, pero no se conocen los móviles del repudiable hecho. Sin embargo preliminarmente se descartó el hurto, pues no se llevaron ninguno de los objetos de valor de la finca.

Gabriel Cocinero había sido Alcalde de Recetor en dos oportunidades, la última en el periodo 2008 – 2011, cuando ganó las elecciones por una pequeña margen, lo que ocasionó una demanda contra su elección, la cual ganó. Su primer periodo de Gobierno fue de 1995 a 1997.

El ex funcionario enfrentaba un proceso de los entes de control por las inversiones realizadas durante su administración en un terreno adecuado para trasladar el casco urbano de Recetor. También un disciplinario de responsabilidad fiscal en la Contraloría Departamental por haber presuntamente entregado en comodato una maquinaria del municipio sin contraprestación, por un presunto daño patrimonial.

Igualmente en la Gerencia Departamental de la Contraloría otro por deficiencias en la construcción y funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas residuales y planta de tratamiento de agua potable de Pueblo Nuevo.

Gabriel Cocinero es hermano de Flaminio Cocinero Costo, quién también fue alcalde de Recetor y quién está inmerso en un proceso en el que se le investiga por las desapariciones y los homicidios de no menos de 30 habitantes de las veredas de ese municipio y de la población de Chámeza entre 2002 y 2003 por parte de integrantes de las Autodefensas Campesinas del Casanare citaban a los lugareños a reuniones, y posteriormente los desaparecían. Los convocados eran supuestos auxiliadores de la guerrilla y según testigos en la elaboración del listado de víctimas intervenía el entonces alcalde Flaminio Cocinero Costo y un oficial del Ejército de apellidos Castañeda Villamizar, por entonces comandante del Batallón No.44, Ramón Pérez Nonato, quién se encargaba de no realizar operativos por la zona donde se moverían los integrantes de esas autodefensas.