Una mujer diagnosticada erróneamente con VIH perdió su hogar, el empleo y las ganas de vivir. Luego de 6 años resultó ser un mal diagnóstico.

Damaris Buitrago Sánchez tenía 38 años de edad y trabajaba como cocinera mayor en el Batallón de Cupiagua en Aguazul cuando en julio de 2009 por un convenio entre el Ejército y la Secretaría de Salud de Casanare, le aplicaron a todo el personal civil y uniformado la prueba de VIH y Hepatitis B, y su resultado fue positivo.

Relató Damaris que la prueba se la realizaron sin ningún protocolo en un comedor, junto a cientos de uniformados y posteriormente en Sanidad Militar le entregaron el resultado positivo. De inmediato empezó a cargar la sentencia de muerte convirtiéndose su vida en una pesadilla.

Damaris no sabía dónde había adquirido el virus y aunque esperó que luego de la dramática noticia, recibiera alguna orientación, nunca fue llamada por ninguna Entidad, entre ellas la Secretaría de Salud para que le hicieran un acompañamiento psicosocial.

A raíz de ese diagnóstico se divorció pues su esposo no era portador y no quiso acompañarla en su supuesta enfermedad, tras imaginarse cómo lo había adquirido.
En el Batallón sufrió matoneo, fue despedida en el 2011, por lo que su vida se derrumbó aún más; “creo que envejecí 20 años”, narró Damaris al señalar que cualquier gripa la asociaba con la enfermedad y siempre pensando en la muerte.

Después de ser proveedora de alimentos de la Escuela Eduardo Cuevas pasó a vender tintos en una calle de Yopal para sobrevivir, contó Damaris.

La mujer quien ahora además había sido diagnosticada como enferma psiquiátrica por todos los trastornos vividos debido al presunto VIH que padecía, se practicó una nueva prueba en el 2015 la cuál arrojó resultado negativo, por lo que se hizo otros tres exámenes que confirmaron que jamás había sido portadora del virus.

Ahora Damaris con documentos en mano, entre ellos uno de la Clínica del Oriente que certifica que en el 2014 empezó a ser atendida por trastornos depresivos busca la reparación tanto de la Secretaría de Salud de Casanare, como del Ejército.

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