Durante un consejo extraordinario de gestión del riesgo ampliado realizado en la mañana de ayer, la secretaría de salud departamental confirmó que en lo corrido del año y según la semana epidemiológica N° 27, se han presentado en Casanare 3.327 casos de dengue.

De acuerdo con estas cifras el aumento respecto al año anterior es del 458.2% con notificaciones de cuatro casos por muertes, dos descartados, uno positivo y uno pendiente por confirmar.

Durante la reunión, que contó con la presencia de las autoridades de salud y varios alcaldes del departamento, se dio a conocer que los municipios más afectados por el dengue son Villanueva, Aguazul, Monterrey, Tauramena y Yopal y los de mayor incremento de casos Paz de Ariporo, Pore, San Luis de Palenque, Trinidad y Hato Corozal.

Como una de las explicaciones probables frente al incremento en las personas afectadas por el dengue, Fernando Torres, profesional de la oficina de enfermedades transmitidas por vectores, manifestó que, en algunos municipios, el tema de la gestión integral del recurso hídrico agua, así como la disposición de los residuos líquidos, alcantarillado, plantas de tratamiento de aguas residuales, han generado un impacto negativo en las comunidades, ante lo cual las Secretarías de Salud  Municipal y Departamental, al atender las solicitudes, toman muestras entomológicas dando éstas positivo como factores reproductores del mosquito transmisor del dengue.

Igualmente, se afirmó que dentro de los focos identificados para la generación del vector se encuentran los lotes baldíos, escenarios deportivos, bebederos de agua, montallantas, terminales de transporte, parques, cementerios, infraestructuras en construcción, entre otros lugares y establecimientos.

Según salud departamental durante 2019, se han adelantado 1.619 visitas domiciliarias para la mitigación de riesgo y 8.826 visitas a viviendas con alto riesgo de transmisión de arbovirosis. Además de jornadas de información y educación en todo el departamento y la eliminación de al menos 2.396 criaderos.

Sin embargo, la percepción general es que han faltado campañas masivas de prevencion y educación sobre la enfernedad.