Como Obispo Electo de la Diócesis de Duitama-Sogamoso y Administrador Diocesano de la Diócesis de Yopal, Casanare, doy gracias a Dios porque en su infinita bondad y misericordia me ha permitido acompañar pastoralmente a esta querida Diócesis de Yopal, desde el 1° de septiembre del año 2001 y si Dios quiere hasta el 6 de junio del año en curso, fecha en la cual con la gracia de Dios tomaré Posesión Canónica de la Diócesis de Duitama – Sogamoso, nuevo encargo pastoral que su Santidad Francisco me ha asignado.

Al dejar la diócesis de Yopal, Casanare, luego de agradecer a Dios, me permito reconocer y agradecer a los Sacerdotes que durante estos años han sido valiosos colaboradores en el anuncio del Reino de Dios y se han convertido en hermanos indispensables apoyando, fortaleciendo y poniendo en marcha del Proceso de la Nueva Evangelización en cada parroquia. A todos ellos mi gratitud y que Dios continúe derramando abundantes bendiciones para que en el desempeño de su ministerio sacerdotal sigan siendo fieles testigos del amor de Dios. Hago extensivo este saludo y reconocimiento a los Religiosos y religiosas que acompañaron mi ministerio Episcopal.

Sea el momento para agradecer también a las autoridades civiles, militares, de policía y fuerza aérea que en los diversos momentos estuvieron al frente del destino del departamento y de los municipios que hacen parte de este hermoso departamento llanero o de las instituciones anteriormente señaladas. A estas autoridades mi saludo respetuoso lleno de admiración y gratitud por su ayuda y colaboración en mi trabajo pastoral.

No sería justo pasar esta oportunidad sin agradecer a las diversas instituciones del estado en lo relacionado con la justica, el control y acompañamiento a la vida de todos los ciudadanos y con el cumplimiento de su misión han contribuido al progreso, al desarrollo y la construcción de la paz.

Cómo no agradecer a los diversos gremios, asociaciones, instituciones, empresas, personas naturales y jurídicas con las cuales he contado y me he sentido respaldado en el cumplimiento de mi misión.

A todos los medios de comunicación social por su disponibilidad y apoyo en la difusión de los diversos mensajes que quise dar a conocer y cuyo objetivo fue siempre el de construir, animar y quizá hacer propuestas a favor de las comunidades. Por eso si alguna palabra o mensaje se prestó para otras interpretaciones ofrezco excusas y pido perdón.

A cada uno de miembros de las comunidades de la Nueva Evangelización, de los grupos apostólicos, catequistas, animadores de comunidad y demás movimientos presentes en la diócesis mi reconocimiento y gratitud por su apoyo incondicional en la misión que el Señor me concedió llevar adelante.

Quiero resaltar, reconocer y agradecer a las personas que en los momentos difíciles por los que la ciudad ha pasado por falta de agua potable, mostraron valores de solidaridad, civismo, sentido de pertenencia, amor por la ciudad, respeto y tantos otros valores para saber exigir de manera responsable y pacífica la solución a esta sentida necesidad y gracias a este esfuerzo, aunado al de tantas otras personas y autoridades después de cuatro años, se ve en el horizonte una luz de esperanza. A este grupo mi agradecimiento porque me permitieron caminar con ellos en esta búsqueda de solución.

Me voy de la diócesis con un corazón lleno de gratitud y profundo amor por la acogida cálida y fraterna de la cual fui objeto desde el día de mi llegada a esta ciudad hasta la fecha. A todas las familias que me brindaron su amistad, su techo y su pan Dios que sabe pagar con abundancia les recompense.

No correspondería a la verdad si no pongo de presente que en algunos momentos de mi labor en la diócesis asumí posiciones un tanto controvertidas y que en razón de mi oficio o por convicción personal lo debía hacer, y pongo de presente que en todas mis actuaciones me animó la búsqueda de la verdad, de la justicia, del progreso, del desarrollo y de la paz entre otros valores. Tal vez en su momento hubo personas que me interpretaron indebidamente con el ánimo de crear confusión o hacer ver enemistades donde nunca existieron.

Dentro de pocos días comienzo una nueva misión, como obispo de la Diócesis de Duitama – Sogamoso, tarea encomendada por su Santidad Francisco, a quien agradezco su voto de confianza. Sé que me esperan nuevos retos para los cuales cuento con la gracia de Dios, con la protección de nuestra madre la Santísima Virgen María y con sus oraciones. Conozco de todos su generosidad por eso me atrevo a pedirles su oración que tanto necesito y me será de gran ayuda.

Me despido dando gracias a Dios y a todos hermanos y hermanas por su cercanía, su apoyo y colaboración durante mi estadía en esta querida y amada diócesis de Yopal, permaneciendo siempre a sus gratas órdenes en la diócesis Perla de Boyacá y ciudad del Sol y del Acero.

+Misael Vacca Ramírez

Obispo Electo de la diócesis de Duitama – Sogamoso y Administrador Diocesano de la Diócesis de Yopal, Casanare.