El personal que labora en las azules a cargo del IDURY (discapacitados y personas de la tercera edad) está sin contrato y para acceder a una orden les piden una coima diaria, según denunciaron en el Concejo de Yopal.

La situación fue considerada de aberrante por los integrantes de la Corporación edilicia que escucharon las reiteradas quejas por parte de quienes laboran en el control del parqueo de vehículos y motos en espacio público de la ciudad.

El Concejal Cristhian Rodrigo Pérez, dijo que el próximo 29 de junio en sesión del cabildo municipal escucharán todas las quejas, a donde asistirán representantes del Instituto de Desarrollo y Rural de Yopal con el fin de recopilar las pruebas para argumentar una denuncia por corrupción ante las autoridades competentes.

Las zonas azules fueron diseñadas para establecer orden en el parqueo de vehículos y motocicletas en el espacio público del centro de la ciudad, con el fin de emplear prioritariamente a personas discapacitadas, de la tercera edad y en condición de vulnerabilidad y generar recursos de sostenimiento para el Instituto, sin embargo, se cuestiona la destinación final de los dineros percibidos por ese concepto.

¿A dónde van los recursos?

Mireya Martínez, representante de la Asociación de Trabajadores Vulnerables de Casanare, solicitó al Concejo de Yopal que intercedan ante el IDURY con el fin de que se le otorgue la administración de las zonas azules a esta organización que está compuesta por 25 personas entre adultos mayores, personas en condición de discapacidad y mujeres cabeza de hogar.

Denunció que el IDURY les estaría exigiendo una cuota diaria básica de 50 mil pesos, que los contratos no superan los tres meses y que los costos de legalización de la orden no se compadecen con la actividad que desempeñan esas personas expuestas al sol, la lluvia y factores como agresividad de parte de los usuarios de las zonas que en muchas ocasiones omiten el pago.

La representante de la Asociación de Trabajadores Vulnerables de Casanare señaló que las personas de las zonas azules todos los días se acercan hasta el IDURY llevando como mínimo los 50 mil pesos, pero nunca dejan constancia o un recibo que refleje dicho ingreso por lo que se estaría manejando ese dinero sin ningún control.

Añadió que si no entregan esa cuota puntual las personas son amenazadas de despido, por lo que en muchas ocasiones deben poner recursos de su bolsillo para lograr la meta.

Pidieron que a los Entes de Control que se investigue sobre la destinación de los recursos recaudados por este concepto.

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