La tarde del viernes cuando sobrevolaban las selvas del Lipa en el municipio de Arauquita la avioneta que cubría la ruta Yopal - Arauca se le apagó el motor a más de cinco mil quinientos pies de altitud, el piloto Jesús Darío Marín puso en práctica todo su experiencia para que la aeronave planeara hasta ubicar un sitio despejado en la tupida selva araucana.

En el descenso pasaron sobre una pequeña vivienda y metros después por efectos de la gravedad aterrizaron estrepitosamente sobre una pequeña laguna.

De la avioneta semidestruida salieron heridos los pasajeros Héctor Hernández, Alfonso Medellín y María Cristina Nieto; quien sufrió fractura en el brazo izquierdo, quedaron ilesos Mauricio Guevara y el piloto anteriormente mencionado.

Los habitantes de la vereda El Vigía del municipio de Arauquita le prestaron los primeros auxilios a los heridos y los llevaron al centro de salud de Panamá de Arauca, para que recibieran atención médica, de allí fueron trasladados en un helicóptero de la aviación del Ejército hasta el hospital San Vicente de Paul en la capital de departamento.

Mientras esto sucedía no terminaba la tragedia para el pasajero Mauricio Guevara y el piloto Jesús Darío Marín, ellos se convirtieron en rehenes de un grupo de hombres armados del décimo frente de las Farc que también llegaron al lugar del accidente.

Los subversivos prendieron fuego a la aeronave accidentada y con los dos sobrevivientes empezaron una caminata hasta un campamento de la agrupación armada ilegal, donde pasaron la noche.


A las once de la mañana del sábado a tres kilómetros de la vereda Filipinas de Arauquita fueron dejados en libertad. Guevara dijo que recuperaron la libertad porque los subversivos se dieron cuenta que no eran objetivos de alto valor y por el constante asedio del Ejército que había emprendido la búsqueda de los sobrevivientes ahora secuestrados.

El Ejército comunicó que Guevara y Marín llegaron hasta un puesto de control ubicado en el sector de Corocoro en el municipio de Arauca, desde donde fueron recogidos por un helicóptero que los llevó hasta las instalaciones de la Décima Octava Brigada donde los esperaban sus familiares y recibieron atención médica.