Entre elogios y aplausos se adelantó en el Cantón Militar del Grupo de Caballería Mecanizado n°18 General Gabriel Reveiz Pizarro en Saravena, la ceremonia de graduación como bachiller académico de un soldado que se destacó entre 135 jóvenes que prestan su servicio militar en esta unidad, gracias a su compromiso y entrega al querer superarse como persona.
Fue un día de noviembre en el año 2017 cuando este joven tomó la decisión de atender el llamado del Ejército Nacional para iniciar el proceso de incorporación y así cumplir con su deber con la patria al prestar el servicio militar, en ese instante el arma de caballería conquistó su corazón y se encaminó a las filas con la Divisa Amarilla.
Al pasar el tiempo de instrucción y entrenamiento, este soldado mostró destrezas y habilidades que luego del juramento de bandera le dieron la oportunidad de trabajar como auxiliar en la ayudantía del Comandante, ganando la confianza del personal militar que lo acogió en su regazo, escuchando y aprendiendo de cada tarea que le encomendaban hasta que emprendió una tarea importante la cual era buscar algún instituto que le otorgara la oportunidad de culminar sus estudios de educación media.
En tres meses, doblando sus esfuerzos para cumplir con sus obligaciones laborales y académicas, fue acreedor de media beca por parte de la institución de educación; beneficio que demarcó su camino hacia su objetivo principal para presentarse a la Escuela de Sub Oficiales Sargento Inocencio Chincá a su servicio militar, sueño que para él significa continuar portando esa segunda piel que tanto lo enorgullece desde el momento en que la llevó por primera vez como soldado regular.
“Es para mí, motivo de orgullo, no saben cuánto me costó y hoy estoy culminando una de mis metas que sin el apoyo de ustedes no habría podido realizar, gracias Ejército, gracias Fundetec, hoy doy mi primer paso para un gran sueño”, con esas palabras, el soldado Regular mostró su gratitud a su segundo hogar, su Ejército Nacional durante la ceremonia de graduación, acto solemne que para él culminó cuando se acercó al busto del señor General Gabriel Reveiz Pizarro, como muestra de respeto y gratitud por haberlo acogido en su unidad militar que fue el escenario de grandes momentos que quedarán grabados en su memoria y en el corazón de todo el personal que lo conoció, una vida de lucha que desea seguir batallando, pero con las bases suficientes para continuar comandando el timón de su camino.
Esta es solo una de las de las tantas historias que merecen ser contadas, historias que se construyen en esta institución castrense que transforma a todo aquel que llega a ella, que viste de honor y victoria a sus héroes brindando disciplina, determinación y fortaleciendo sus capacidades para enfrentar los obstáculos que se presentan.