Setenta y cinco productores recibieron insumos agropecuarios dentro del proyecto de fortalecimiento y acompañamiento técnico que lidera la Unidad para las Víctimas con las familias afectadas por el conflicto armado en municipios priorizados en los acuerdos de paz.

Herramientas, semillas, fertilizantes, rollos de alambre, rollos de malla galvanizada, alimentos, guadañadoras y bombas fumigadoras, entre otros elementos forman parte de los insumos entregados por la entidad en articulación con el ente territorial.

El aporte realizado por la Unidad en monto económico asciende a los $77 millones representados en  insumos agropecuarios.

“Estos materiales son muy importantes para nosotros porque nos van a permitir fortalecer nuestras actividades del campo en producción y economía y con ellos vamos a avanzar de manera rápida en labores diarias y nos ahorra un gasto de dinero”, dijo una de las víctimas beneficiarias que por seguridad pidió reserva de su identidad.

Se destaca que en su mayoría los jefes de hogar son mujeres que han aprendido a trabajar en este tipo de actividades agrícolas como una oportunidad para atender las necesidades de sus hogares.

Con este proyecto el Gobierno nacional busca contribuir a reactivar la economía, fortalecer las actividades productivas y consolidar los proyectos de vida de la población víctima del conflicto armado residente en las veredas de Puerto Lleras, Puerto Arturo y Cañón Boga del municipio de Saravena que forma parte de los PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial).

La directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio indicó que este tipo de iniciativas está orientado a la atención y reparación integral enmarcada en los procesos de retorno y reubicación, reparación colectiva, prevención y atención en inmediatez y asuntos étnicos. “Queremos destacar también el trabajo articulado con el ente territorial que formula y cofinancia la ejecución de los proyectos”, dijo.

En este departamento del oriente del país se avanza en el proceso de atención y asistencia integral a las víctimas de la violencia en medio del conflicto armado que se ha agudizado en los últimos meses en Arauca.