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A los mandatarios les inquieta dos situaciones principalmente: el impacto ambiental y las grandes expectativas que se han creado de generación de empleo. El alcalde de Tota, Yury Neill Díaz Aranguren, afirmó que la empresa CGL (Compañía Geofísica Latinoamericana) va a hacer sísmica en dos veredas de su municipio: Tota y Guáquira, que son ribereñas al lago de Tota.
"Ellos nos hablan con líneas ambientales, estudios y diseños que está permitido hacer la exploración a 300 metros del lago de Tota. Ellos en un gesto de responsabilidad ambiental dijeron que la van a hacer a 600 metros, pero nosotros somos más responsables y les pedimos que sea a mucho más de 1.000 metros", indicó Díaz.
El Mandatario dijo que el argumento de CGL es que las detonaciones que se van a hacer en el subsuelo no generan sino 0,1 grados en la escala sismológica de Richter. "Si ellos nos presentan un proyecto donde a través de un estudio nos demuestren que la sísmica que hicieron anteriormente y la que vienen no traen consecuencias negativas, no hay ningún problema", puntualizó el Alcalde del municipio de Tota.
Hasta el momento los alcaldes de los seis municipios arriba citados no han autorizado como autoridades ambientales la sísmica en sus poblaciones, pero dicen que los dueños de predios tienen la última palabra en los permisos.
A alcaldes de Sugamuxi les preocupa que la industria petrolera cause daños ambientales en sus municipios y afirman que no quieren vivir situaciones como la de Corrales, donde hubo un escape de gas en un pozo.