Por: Claudia Morales, Enviada Especial - El Espectador
El 18 de diciembre de 2012 entró en vigencia en Bogotá el nuevo esquema de recolección de basuras. Eso produjo una emergencia sanitaria en la ciudad que duró ocho días. Sí, ocho días. Y como consecuencia de eso, el alcalde Gustavo Petro fue destituido por la Procuraduría y el país político, prácticamente, se olvidó del resto del país. Yopal, por su parte, cumple hoy dos años, nueve meses y dos días sin un sistema adecuado de agua potable porque la planta de tratamiento colapsó por la crudeza del invierno y desde entonces las medidas para solucionar la emergencia han sido una suma de fracasos. La pregunta que surge es, después de tanto tiempo, ¿qué autoridades han sido llamadas a responder por eso? La respuesta es, ninguna.
Entre tanto, los 180 mil habitantes de la capital del Casanare deben recoger agua tratada en tres puntos de la ciudad, que es gratis, y recibir en sus casas un agua sedimentada que les provoca problemas de salud. Por esa agua les llega cumplido su recibo de cobro. Quienes tienen más posibilidades económicas pueden abastecerse del líquido a través de los carrotanques que circulan por la ciudad. “A mí me toca venir todos los días a recoger agua porque tengo una bebé de nueve meses. Si la baño con el agua de la llave se me pone como una mazorca. Uno sufre mucho con esto”, dice Luz Esperanza Cuervo, mientras llena una caneca en el punto de recolección de la Cruz Roja.
La fecha de la tragedia que marcó un quiebre en la vida de Yopal es el 29 de mayo de 2011. A partir de entonces, lo que ha pasado es que la administración municipal ha tomado una serie de decisiones que hace unas semanas tienen al alcalde actual, Willman Celemín, en la mira de la Procuraduría y la Fiscalía. Los hechos están relacionados con la frustrante excavación de unos pozos y la construcción de una planta modular de tratamiento de aguas que funciona a medias porque uno de los tanques se desplomó el 21 de diciembre de 2013. Hay también denuncias que apuntan a que la firma N&F Colombia, subcontratada para hacer la planta, habría plagiado los diseños, y supuestas reuniones del alcalde y su mano derecha Wilson Cruz, donde habrían acordado que N&F se quedaría con ese contrato.
Los antecedentes
Cuando ocurrió el derrumbe de la planta de tratamiento, en mayo de 2011, quien estaba al frente de la Alcaldía de Yopal era Fernanda Salcedo, quien asegura que meses antes de que se cayera, el Ideam había advertido que la ciudad se vería afectada por un grave invierno. “Yo hice todo lo que estaba en mi manos. Tres meses después de ocurrida la emergencia pudimos potabilizar el agua con unas plantas de tratamiento que logramos conseguir con la ayuda del Ministerio de Vivienda”.
Cuenta la exalcaldesa Salcedo que buscaron ayuda de las petroleras y que llegaron a un acuerdo para excavar cuatro pozos. Pacific Rubiales abrió uno en la Estación de Policía que produce 30 litros de agua por segundo y los otros tres nunca se hicieron.
El Espectador: ¿Por qué no concretaron el acuerdo si eso ayudaba a solucionar coyunturalmente el problema?
Fernanda Salcedo: Porque el alcalde que llegó, Willman Celemín, dijo que no quería seguir con ese compromiso y que prefería que la Alcaldía y la Gobernación se encargaran de hacer los pozos.
El Espectador: ¿No se le ocurrió a usted en su administración hacer una planta modular?
Fernanda Salcedo: Llegaron varias personas a prometerme miles de cosas con la planta modular. Pero los ingenieros me advirtieron que no se podía hacer por problemas de suelo.
Ese año 2011 la alcaldesa terminó su mandato, pero antes de irse cuenta que le dejó al alcalde elegido Willman Celemín un proyecto aprobado para construir una nueva planta de tratamiento con recursos del Fondo Nacional de Adaptación, la Gobernación de Casanare y la Alcaldía de Yopal. Según ella, Celemín echó por la borda esa iniciativa.
Los problemas de la alcaldía de CelemínWillman Celemín fue elegido con la promesa de que seis meses después de posesionarse como alcalde tendría la solución para los problemas de agua de Yopal. Se van a completar tres años y eso no ocurrió. Lo que sí pasó es que el alcalde aseguró en 2012 que cuatro pozos subterráneos le darían un alivio con el abastecimiento del líquido. Cada pozo debería producir entre 80 y 100 litros por segundo. El objetivo era invertir $22 mil millones de las regalías del departamento, con una condición que puso el Departamento Nacional de Planeación: si el primer pozo no funcionaba, no se excavarían los otros tres.
Así fue como a la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Yopal le encomendaron la tarea de buscar una firma que se encargara de esa obra. Y escogió a dedo a International Drilling.
“En agosto de 2012 empezaron a excavar. Todo iba bien, pero en octubre no volvimos a recibir información de la perforación. Lo que supimos, días después, es que la broca se había trabado y que se había derrumbado la pared del hueco”, cuenta el concejal Leonardo Puentes.
El Espectador: ¿Se quedaron entonces sin pozos?
Leonardo Puentes: No, le hicieron un otrosí al contrato y se fueron al otro lado de la ciudad a abrir uno más. Ese produce 30 litros de agua por segundo y abastece a 17 mil personas.
El Espectador: Si el contrato costaba $22 mil millones, un pozo no funcionó y el otro a medias, ¿cuánto gastaron finalmente?
Leonardo Puentes: Hasta la fecha, la administración municipal no ha podido recalcular ese costo.
Terminó el año 2012 y el alcalde incumplió: no hicieron cuatro sino un pozo y con una capacidad inferior a la pactada.
Llegó el año 2013 y en abril dicen que hay un terreno apto para construir una planta modular que procesaría el agua para llevarla potable hasta las casas de Yopal. El alcalde Celemín sacó $7.800 millones del presupuesto del municipio, se los entregó a la empresa de Acueducto y en una semana, de nuevo sin concurso, le asignaron la construcción a la Unión Temporal Planta Modular Yopal 2013, que a su vez subcontrató a N&F Colombia para hacer los diseños de cuatro tanques principales que realizarían los procesos de floculación, decantación y filtración del agua, y ocho tanques complementarios más pequeños. Empezaron la obra en mayo de ese mismo año, y el 20 de diciembre uno de los cuatro tanques se reventó.
El informe del perito de enero de 2014 dice: “Las fallas presentadas en el tanque clarificador obedecieron a deficiencias en el proceso constructivo, en los procesos de control de calidad durante la construcción y falta de diseños iniciales”.
El 24 de febrero de 2014, la Superintendencia de Servicios Públicos, que tiene intervenida a la Empresa de Acueducto de Yopal desde mayo de 2013, cambió al agente interventor y declaró la caducidad del contrato con la Unión Temporal Planta Modular 2013.
Para empeorar el panorama, el 18 de febrero de 2014, el hermano del dueño de N&F dio una entrevista en Violeta Estéreo y aseguró que el alcalde Celemín, su asesor Wilson Cruz y otros funcionarios habían hecho arreglos para que esa firma fuera la escogida (ver recuadro).
Eso no es todo. El 14 de enero de 2014 fue radicada una denuncia penal contra N&F por el delito de falsedad personal, falsedad en documento privado, falsedad en documento público y estafa. En resumen, el señor Roberto de Jesús Montiel Rodríguez, un constructor y consultor independiente, acusó a Jairo Lizarazo Urdaneta y Rodolfo Lizarazo Urdaneta, representantes legales de N&F, de haber plagiado unos diseños que él les entregó dentro de una cotización. Fue con esos diseños que construyeron la planta modular de agua en Yopal.
El alcalde Celemín responde“Todo esto está muy mal. Siempre nosotros los pobres somos los que estamos bajo el dominio de los políticos. Estoy aburrida con esta situación y me quiero ir del pueblo”, dice Rosa, al tiempo que hace fuerza para levantar la caneca que llena en otro punto de agua tratada, cerca del estadio. Ese es el tono de todas las personas que hablan sobre lo que pasa en Yopal. Muchos, aunque sin pruebas, sostienen que todo lo que ha pasado es culpa de la corrupción en la Alcaldía. Hay rabia, mucha rabia.
A Willman Enrique Celemín lo acusan de todo, y no es para menos. Cuando le pedimos la entrevista, dijo que la concedería encantado porque con eso “todos los colombianos sabrán la verdad de lo que pasa aquí”.
El Espectador: Alcalde, ¿usted tiene claro el desprecio que está sintiendo la gente por usted?
Willman Celemín: Claro que sí. Vivo ese problema todos los días, mi esposa, mis papás, mis hijos. Por eso es que trabajo para que las cosas salgan lo mejor posible.
Pero bien no han salido las cosas. Sobre los pozos y el fracaso de la excavación, el alcalde afirma que “hasta ahora no se ha pagado un solo peso por eso”, y agrega que hay una buena noticia, y es que la Gobernación de Casanare está dispuesta a hacer más pozos en contrato con la empresa de Acueducto.
El Espectador: Sobre la planta modular, ¿no le parece sospechoso que la Empresa de Acueducto hubiera contratado algo que salió tan mal?
Willman Celemín: Quiero dejar claro que el manejo contractual del acueducto lo hace la Superintendencia.
El Espectador: Sí, pero el contrato con la Unión Temporal lo hicieron ustedes antes de que la Superintendencia interviniera la Empresa de Acueducto.
Willman Celemín: Le puedo manifestar que nosotros le entregamos la plata al Acueducto y allá hicieron el proceso con sus reglamentos.
El Espectador: Alcalde, usted es miembro de la junta directiva del Acueducto. Y, además, el perito dice que ese contrato fue un desastre.
Willman Celemín: Pudo haber sido eso, pero será materia de investigación.
Le preguntamos si había oído la entrevista de Rodolfo Lizarazo, de N&F, donde asegura que ese contrato lo arreglaron con la Alcaldía. Celemín respondió que Lizarazo “es un delincuente. Vino a manchar mi nombre y el de la ciudad. Por eso lo demandé ante la Fiscalía”.
El Espectador: ¿Usted puede asegurar que no se reunió con gente de N&F antes de que fuera contratada?
Willman Celemín: De eso puede estar segura.
El Espectador: ¿Y su asesor, Wilson Cruz?
Willman Celemín: Eso no se lo puedo decir. Respondo por mis actuaciones.
Fiscalía y Procuraduría investiganEl ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, presentó ante el fiscal general, Luis Eduardo Montealegre, una denuncia contra el alcalde de Yopal. En diálogo con El Espectador, Henao explicó que “existen fallas protuberantes en el proceso de contratación, planeación y ejecución, y esas fallas ponen en peligro el recurso público que el municipio ha invertido tanto en la planta como en los pozos”.
A la par con eso, el ministro Henao confirmó que en abril de este año entregarán los diseños de la nueva planta, que en el segundo semestre abrirán la licitación para adjudicar, procesos que estarán en manos de su ministerio, y que la obra tendrá un término de 18 meses. Así las cosas, Yopal seguirá en las condiciones actuales, al menos dos años más. La Procuraduría también adelanta una investigación para determinar si hubo irregularidades en el contrato de la planta modular.
Fuentes del ente investigador confirmaron que “se practicó hace pocos días una visita técnica a Yopal en la que revisaron la zona de construcción y tomaron testimonios con el fin de determinar la responsabilidad disciplinaria ante el desastre de la obra”. Dentro de la misma investigación están incluidas las denuncias por el presunto plagio de los diseños de la planta modular.
“Nosotros sólo esperamos que los órganos de control se pronuncien. Casanare produce a diario 173 mil barriles de petróleo, que significan US$16 millones. Pero acá no vemos esa plata, sólo tenemos todos los problemas sociales. Todo lo de Celemín es el colmo”, afirma el veedor Nelson Forero. Y tiene razón: Yopal recibió el año pasado $20 mil millones por regalías y, en 2012, $24 mil millones. No es justo que sus habitantes completen hoy 1.008 días sin recibir un derecho fundamental: agua de calidad.