Corporinoquia, en el marco de la Semana Santa, entregará 25.800 plántulas de la especie ornamental Dracaena fragans Massageana conocida comúnmente como el tronco de la felicidad, en algunas iglesias católicas de la jurisdicción como mecanismo de prevención ante la tala indiscriminada de la Palma de Cera que tradicionalmente se presenta en estas fechas y que la han llevado a un estado vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN.

Funcionarios de la Corporación y miembros de la Policía Nacional entregarán las 25.800 plantas en su jurisdicción distribuidas de la siguiente manera: En Yopal en la Catedral 2.500, Iglesia de la Sagrada Familia 600, Espíritu Santo 200, La Candelaria 500, Nuestra Señora del Carmen 500, Sagrado Corazón 400, San Miguel Arcángel 400, y Morichal 400.

En el resto del departamento de Casanare: Villanueva 1.000, Sabanalarga 500, Monterrey 500, Aguazul 1.000, Recetor 500, Chámeza 500, Pajarito 500, Nunchía 500, Támara 500, Pore 500, Trinidad 500, San Luis de Palenque 500, Paz de Ariporo 1.000, Hato Corozal 500.

En el resto de la jurisdicción: Cáqueza 6.600, Vichada 1.000, y en Arauca 4.000 plántulas.

El tronco de la felicidad es un arbusto de crecimiento lento, las hojas pueden alcanzar hasta 1 m de largo por 10 cm de ancho, forman rosetas de color verde brillante con bandas rayadas de color verde claro y amarillo en el centro. Cuando las plantas se cultivan en el suelo, pueden llegar a una altura de más de 6 metros, pero su crecimiento es limitado cuando están en macetas, por tanto son de fácil manejo, contrario a las palmas.

Según estudios del Aire Limpio realizados por la Nasa se ha demostrado que el tronco de la felicidad contribuye a eliminar los productos químicos tales como el Formaldehido (Óxido de Metileno), el Xileno (derivado dimetilado del Benceno) y el Tolueno (Hidrocarburo aromático).

En esta semana de recogimiento espiritual Corporinoquia invitó a la comunidad de su jurisdicción a pensar en la creación como un don que Dios nos dio, y a conservar la palma de cera haciendo bendecir una planta viva.