Ante el artículo “La pelea por Casanare” que fue publicado ayer por la revista Semana en su portal de internet, y en donde el edil de Yopal Aldemar García señala a Nelson Ricardo Mariño Velandia como el autor de un intento de homicidio en su contra, el candidato a la Gobernación expidió un comunicado a la opinión pública.
COMUNICADO EXPEDIDO POR LA CAMPAÑA DE NELSON MARIÑO
Primero, voy a denunciar penalmente al edil de Yopal Aldemar García por el delito de calumnia, al insistir esta vez a la revista Semana que tuve que ver con un intento de homicidio en su contra, cuando la Fiscalía archivó el proceso hace casi cinco años, y como lo demuestra la certificación del ente acusador que envié por correo electrónico a la periodista Catalina Lobos el comentario de la periodista Catalina Lobo en el mencionado artículo, en el sentido de que “la campaña de Mariño dice que la Fiscalía archivó el proceso por no encontrar pruebas”, es necesario precisarlo que le enviamos por correo electrónico y en archivo anexo el certificado de la fiscalía (escapado), y que prefirió atribuir nos la fuente a nosotros y no a la fiscalía, al parecer porque le dio pereza o no tenía tiempo para ir a la fiscalía a verificar esta información, o sencillamente porque el artículo tenía que quedar a la medida de quienes estarían financiando estos artículos con los medios nacionales (es de dominio público en Casanare que otros candidatos a la gobernación están invirtiendo fuertes sumas de dinero para desacreditar me con los medios de comunicación a nivel nacional, y que los mandos medios de estos se están prestando para este fin).
Esta es una pregunta para el doctor Alejandro Santos, director de la revista Semana, ¿conoce de primera mano los ofrecimientos de grandes sumas de dinero para publicar en este semanario y otros medios denuncias contra candidatos, o simplemente este negocio es de reserva exclusiva de los periodistas casos de la revista? Si pone en duda esta aseveración, remotas al artículo en mención para comprobar que está escrito de una manera dantesca, vulgar y sesgada para hacerme quedar como el más despreciable de los seres humanos
Segundo, ¿se ha tomado el trabajo la periodista Catalina Lobo de investigar quienes son en realidad Aldea García y Pedro Pere ira? Aldea García y Pedro Pere ira son alcohólicos. Es usual encontrarlos todos los días en las calles de Yopal con evidentes signos de embriaguez, sin contar con una supuesta adicción al básuco de Aldemar García que presumiblemente se refleja en la fisonomía demacrado de su rostro y en el estado delgado de su físico (muchas veces se les ve durmiendo la borrachera a las madrugada en los andenes de Yopal, aun con las supuestas amenazas de muerte que tienen).
Aldemar García tiene en curso demandas no solo por in asistencia alimentaria sino por violencia intrafamiliar. Aldemar García está dedicado a la mendicidad política, se la pasa de directorio en directorio pidiendo prebendas, y no es un secreto que de varias campañas lo están patrocinado económicamente para desacreditar me (Al parecer, le facilitaron una moto para movilizarse de emisora en emisora).
Tercero, ese artículo parece más bien una crónica roja bien paga de un practicante de periodismo, que un reportaje serio y estructurado sobre la realidad política de Casanare. Como dicen los muchachos de ahora, ¿a quien le cabe en la cabeza semejante película? Aldemar García le asegura a Semana que presentaron denuncias a la Procuraduría por presuntas irregularidades en la contratación cuando fui Alcalde de Yopal, “y veinticuatro horas después, ambos recibieron la llamada de un paramilitar del Bloque Centauros para advertirles que dejaran de hablar y que les daban un día para irse de Yopal”, relata la revista Semana.Y ante esto les reitero que ninguna de esas denuncias tuvieron algún fundamento para el ministerio público.
Ahora ¿existieron esas llamadas o fue una supuesta disculpa para abandonar el pueblo porque fracasaron como empresarios en un concierto? Es curioso como esa noche de la supuesta “huida” llamaron del terminal de transporte a uno de los secretarios de despacho para pedirle plata para irse porque se habían metido en un problema “con el verraco concierto”.
La revista Semana relata que “García no se fue y dos sicarios en una moto le dispararon. Se salvó de morir porque se lanzó a un caño al lado de la vía. Con la ropa empapada llegó hasta la Procuraduría a poner la denuncia y de ahí salió desplazado con su familia para Barranquilla…”. Esa aseveración no puede ser más ilusa. ¿A cual caño? A Yopal no lo cruza ningún caño. El único que existe es un caño seco que no pudo mojar a Aldemar, quien entre otras cosas no tiene las suficientes condiciones físicas como para hacer semejante proeza y arrancar como todo un héroe empapado a la procuraduría, a no ser que se haya basado en una clásica película de acción gringa (véase “Comando” de Arnold Schwarzenegger cuando salta de un avión y cae parado a mil pies de altura en un caño).Lo inverosímil de la historia de Semana continúa así: “creía que estaba a salvo allá, pero seis meses después, a plena luz del día y frente al edificio de la Gobernación del Atlántico, dos sicarios volvieron a apuntar contra él y sus dos hijos. Los escoltas de una funcionaria de la Gobernación que estaban en el lugar reaccionaron y dispararon contra los pistoleros”. Como siempre, Aldemar inventa un factor extraordinario para sustentar porque no le pasó nada (muy común en los mitómanos), aun cuando resulta difícil creer que “a pleno luz del día y frente al edificio de la gobernación” dos criminales hayan intentado dispararle y que justamente haya reaccionado los escoltas de la gobernación, y que increíblemente no le haya pasado nada a él ni a sus dos hijos.
Una pregunta para la periodista Catalina Loba: ¿se tomó el trabajo de verificar la autenticidad de ese atentado en Barranquilla? ¿es cierto que un escolta disparó? ¿es cierto que uno de los supuestos sicarios murió?. ¿es cierta la declaración de uno de los sicarios en la Fiscalía 32 URI, en el sentido de que pagué para perpetrar ese atentado? Si eso fuera cierto, ¿no le parece que la fiscalía no hubiera archivado el proceso al tener pruebas tan contundentes? ¿se ha tomado el trabajo de conocer y evaluar las consideraciones que tuvo la fiscalía para archivar el proceso? Y lo que es más, ¿si era tan evidente ese intento de homicidio, por qué Aldemar García y Pedro Pereira regresaron tan tranquilos a Yopal, y dentro del período de la administración como alcalde de Nelson Mariño, y posteriormente se les ve consuetudinariamente a altas horas de la madrugada en estado de embriaguez?
Una anécdota para la periodista Catalina Lobo. A la campaña política de Nelson Mariño le colabora un hombre con un talento extraordinario para cantar con pistas música bailable, destacándose por tener una voz muy parecida a la del desaparecido Joe Arroyo, que entre otras cosas no cobra un solo peso y que al ser tan bueno, los opositores que lo escuchan a la distancia creen que es toda una señora orquesta.
Le aseguro que no existe una sola foto, ni un solo video que muestre la famosa orquesta que usted describe; se mata una novilla para el almuerzo en las reuniones del campo, por consideración con la gente que se desplaza de largas distancias a asistir a la reunión, y la mayoría de veces la regalan los de la misma vereda, o entre todos los amigos míos se recoge para comprar la novilla (puede verificarlo en las reuniones de Santana, Santa Hercilia y Guanapalo del municipio de San Luis de Palenque). Finalmente, no se ha hecho un solo bingo en ninguna reunión, que entre otras cosas no sería ni fastuoso ni delito organizar una actividad de ese tipo, pero el mismo ritmo de la campaña lo haría totalmente inoficioso.
Ahora, no existe ninguna investigación en la procuraduría por “utilización indebida de recursos de regalías”, hasta tal punto que en los cuatro años de la administración como Alcalde de Yopal nunca el Departamento de Planeación Nacional le suspendió el giro de las regalías, y las investigaciones sobre irregularidades en la contratación son cuestiones eminentemente de forma y no de fondo, y que de ninguna manera me inhabilitarían para ser elegido como el próximo gobernador de Casanare.Unas precisiones a la periodista Catalina Lobo, quien llamó insistentemente a la campaña de Nelson Mariño, pero que en el artículo nunca expuso cada una de los argumentos enviados: Nelson Mariño hizo su primaria en la escuela Salvador Camacho Roldán, su bachillerato en el Colegio Braulio González de la ciudad de Yopal, y es Administrador de Empresas de la Unisangil con sede en esta ciudad, y no como usted dice que “en vez de ir a la escuela, trabajó desde niño en el matadero de Yopal pelando y vendiendo vísceras de las reses”, aunque esto de ninguna manera es deshonra ni me quita capacidades para ser gobernador de Casanare. Sin embargo lo que si queda claro es el trato ofensivo contra las personas de origen humilde. Para la periodista es una afrenta a la sociedad y un crimen la pobreza.
Constituye una calumnia infame su aseveración en el sentido de que por ser el conductor del exgobernador Ángel Pérez aprendí como era la movida política, y que por eso fui concejal, alcalde de Yopal, y el próximo gobernador de Casanare. ¿No ha evaluado la irresponsabilidad de su afirmación? ¿En manos de quien está ahora la revista Semana? ¿Cuál es la posición de la sala de redacción de esta revista? Exijo la respuesta del director Alejandro Santos.