Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, los daños ocasionados por el invierno a los campesinos casanareños, superan los 20 mil millones de pesos.
La dependencia departamental advirtió que se debe asumir un cambio de comportamiento frente al uso del suelo, pues, regularmente se utilizan las rondas de los ríos con la tala de los bosques protectores para dedicarlas a cultivos de pan coger, situación que genera debilidad en las riberas de las fuentes hídricas, que en épocas de invierno se convierten en áreas de alto riesgo.
Se reiteró la necesidad de hacer acuerdos con el departamento de Boyacá y el Gobierno Nacional a fin de emprender una campaña tendiente a comprar los páramos y desde allí empezar a darle un manejo racional a los ríos que alimentan de agua a los llanos.
La Secretaría de Agricultura informó que se adelantan gestiones para conseguir que los campesinos que fueron víctimas de la ola invernal puedan ingresar a los incentivos previstos por el Ministerio de Agricultura, dentro de la declaratoria de calamidad decretada en Casanare.