La Asociación por la Defensa de Casanare en un comunicado considero de amenazas sobre las tierras de Casanare la sanción de la ley Zidres realizada por el Presidente Juan Manuel Santos el pasado viernes en Orocué.
Nuevas amenazas sobre las tierras de Casanare“Teniendo en cuenta que Casanare basa su economía en la ganadería extensiva, y que es un modelo diferente al de otros departamentos del país, donde su área es de 4 millones 466 mil hectáreas y de ellas apenas 2 millones 600 están tituladas, es necesario que se alerte a cada habitante del departamento ante la llamada por el Gobierno Nacional, LEY ZIDRES, que este viernes, el presidente Juan Manuel Santos, sancionó en Orocué, para un segmentado grupo de personas, y en la que palabras más, palabras menos; pretende despojar al campesino casanareño de sus propias tierras y labores.
Tiene el departamento 1 millón 800 mil hectáreas baldías, una denominación que no corresponde a tierras con sana posesión, donde toda está ocupada y por herencia o algún tipo de transacción comercial, toda tiene dueño. De ese total 2 millones 600 hectáreas están sin titular. De ellas 600 mil no se pueden tocar por tener cédulas reales (documentos del siglo pasado), que perjudican ya en gran manera la ganadería como en Hato Corozal.
La LEY ZIDRES pretende entregar a grandes emporios comerciales como Manuelita o Riopaila el uso de grandes extensiones de miles de decenas de hectáreas, sin importar si estas tierras ya venían teniendo uso ganadero o agrícola diferente. Cabe recordar que unas 400 mil hectáreas ya tienen restricción por estar a menos de 2.5 kilómetros de pozos petroleros y 148 mil son reservas indígenas. Sin embargo estas como 250 mil hectáreas de áreas de protección no están definidas en su manejo especial y podrán ser ofrecidas con esta LEY, a multinacionales a cambio de operarlas con proyectos agrícolas extensivos de monocultivos como la palma, que hacen un tremendo daño al ecosistema y al mismo trabajo del campesino casanareño.
Con la Ley 160 o de reforma agraria, existe otra restricción al campesino que no puede superar en titulación de una Unidad Agrícola Familiar, o área de terreno que va de 30 hectáreas hasta 700 pero si excede aunque sea una, no puede serle titulada, a cambio, esta LEY ZIDRES abarcaría en un solo cultivo inclusive hasta más de 100 mil hectáreas de sorgo, palma o maíz, creando un tremendo impacto ambiental en flora y fauna, pero sobre todo en el agua. En el uso y posesión nueva de las tierras y su vida, dejando al campesino al “servicio” de estas megaempresas, tenga o no conocimiento y capacidad para adelantar estas tareas.
Es necesario recordar que 7.933 predios en Casanare están sin titulación y que está estancadas desde hace 10 años sin que el Incoder o cualquier otro ente, les haga trámite, perjudicando a los campesinos, y con esta propuesta ZIDRES, sus tierras estarían en la deriva y a punto de perderse.
Ante todo el negro panorama, casi escondidas para el futuro del departamento, se hizo necesario que nos organizáramos en una asociación en defensa de Casanare, hombres y mujeres de toda clase social y actividad comercial para protestar y defender los derechos y la vida misma representada en el medio ambiente y su uso tradicional. Por ello se creó la Asociación en Defensa de Casanare, constituida legalmente. identificándonos como defensores de los derechos a la tierra y a su propiedad y cuidado, convencidos que la tierra es para quien la tiene, la cuida y la trabaja, contando al momento con más de 50 asociados pertenecientes a varios municipios de Casanare.
Este grupo de personas conscientes tenemos la capacidad de realizar la defensa jurídica ante posibles atropellos de la legislación colombiana y liderar un proyecto de ley de iniciativa popular en defensa de nuestras tierras y el medio ambiente, además de organizar protestas legales, organizadas y coherentes para sensibilizar al gobierno sobre leyes y reglamentos perjudiciales a la propiedad del campesinado.
Esperamos que el gobierno nacional, los empresarios y la comunidad internacional nos reconozcan, nos escuchen y solucionen nuestras peticiones, que son las de cada habitante de Casanare y tener siempre claro que “ Guardar silencio, no organizarse, no luchar jurídicamente, no protestar ordenadamente ante normatividades lesivas a los intereses del campesinado y sobre todo a la propiedad de la tierra, es levantar una cruz a la tumba del proyecto de vida de cada uno de nosotros y de nuestros descendientes”.
Asociación por la Defensa de Casanare