El Padre Wilson Chaparro, administrador de la Diócesis de Yopal, consideró como excelente el balance de la celebración de la Semana Santa en Casanare. Dijo que se contó con gran participación de los fieles en todas las parroquias, incluyendo el Jueves Santo a pesar de que la celebración de la Cena del Señor coincidió con el partido de la Selección Colombia.

La presencia de los creyentes en la liturgia fue masiva, con piedad y fe; a Dios gracias sin altercados ni accidentes, las celebraciones del misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor se vivieron con paz y en calma, dijo el Sacerdote.

“Es muy difícil hablar de un número estimado de casanareños que participaron en las diferentes celebraciones, sin embargo se tienen referencias fotográficas que muestran una participación masiva en las parroquias, en algunas ceremonias con 500 asistentes, otras con 600, en el viacrucis más de 60 mil fieles participaron en todo el departamento”, agregó.

El Padre Wilson Chaparro manifestó que las celebraciones que más cuentan con asistencia de fieles son las del Viernes Santo y la Vigilia Pascual que se celebró el Sábado, “pues hay una conciencia de los fieles católicos sobre el valor de la Vigilia que recuerda que Cristo ha Resucitado, que hay victoria de la vida sobre la muerte, que somos sumergidos en el Misterio del Amor de Dios y que estamos llamados a vivir diariamente a la luz de Resucitado”, apuntó.

Señaló que se atreve a decir que en Casanare no se ha perdido la tradición de celebrar la Semana Santa en familia y asistiendo a las celebraciones previstas por la iglesia. “En los pocos años que llevo como sacerdote y en lo que he experimentado y vivido, veo que cada año el número de fieles que participa es mayor, y asisten con más conciencia, de una manera más piadosa; es cierto que la sociedad de hoy ofrece otras situaciones: paseos, diversiones, parrandas y conciertos, pero lo que si deja ver la afluencia masiva de fieles a las distintas ceremonias es que estos días son santos y se tienen que vivir como eso no como días para otras actividades”.

Además, dijo que cuando se habla de vivir los días como santos, no solo se hace referencia a estar en el culto sino también al estar con la familia, el compartir, tener la experiencia de Dios como centro de vida, en la generosidad y conscientes de la necesidad de ser amados por Dios.

El Sacerdote concluyó que la comunidad casanareña vivió con amor, piedad, fe y entusiasmo los días santos, en el nombre y la experiencia del señor y en la alegría de una fe que se transforma según la historia y situación de cada ser humano.

Finalmente, dijo que a la comunidad le quedan tres tareas importantes: la primera, no cansarse de hablar con Dios, una vida constante de oración, pues una comunidad que no se cansa de hablar con Dios crece todos los días; la segunda, que las familias sean escuelas de fe, perdón y esperanza, pues estos valores en ningún otro lado se aprenden; y tercera, que las comunidades parroquiales vivan el testimonio del Resucitado a través del servicio a todos los hombres, cumpliendo el mandamiento de amarnos unos a otros; “acciones que aunque suenan muy generales, si se ponen en práctica harán de nuestro departamento un Casanare distinto”.