Por Juan Carlos Niño Niño

La Plenaria de la Cámara aprobó este miércoles el Proyecto de Ley 065 de 2016, en donde la Nación declara patrimonio histórico y cultural al municipio de Orocué (Casanare), exaltando su condición de cuna de la obra literaria "La Vorágine", en donde el título y la pregunta del proyecto fue aprobado además por votación nominal, logrando así que la iniciativa legislativa del Representante Jorge Camilo Abril Tarache, sea discutida y aprobada el año entrante en la Comisión IV y Plenaria del Senado de la República.

La sustentación en declarar a Orocué como patrimonio histórico y cultural de la Nación reside no solo en que fue el escenario para concebir una mítica historia de amor y configurar una denuncia a las condiciones de explotación del caucho en la selva, sino que además convierte a La Vorágine en un boom de la literatura universal y ubica a Orocué entre el listado de poblaciones míticas de la literatura, como es la población de Macondo en Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, explicó Abril Tarache.

La iniciativa autoriza al Gobierno Nacional para que dentro de los lineamientos del marco fiscal de mediano plazo, incluya en el presupuesto nacional la Restauración y adecuación de la Casa Amézquita, como Casa Museo Cuna de La Vorágine y Centro de memoria histórica; la Construcción de la Biblioteca Municipal José Eustasio Rivera, con una subdirección especializada en la obra literaria La Vorágine, la Construcción de la Escuela de formación de escritores José Eustasio Rivera, con énfasis en los escenarios, circunstancias y personajes de la cultura y el folklore llanero; y Construcción del sendero y parque lineal histórico La Vorágine, que incluye las cápsulas virtuales para proyección de la obra en 3D.

Marco Fiscal

La declaratoria de patrimonio histórico y cultural de Orocué se convierte en la base legal para conformar la "Ruta de la Vorágine", como una estrategia para incentivar el turismo en Casanare a nivel nacional e internacional, retomando la exitosa experiencia en España con "La ruta turística de Don Quijote", en donde este renglón se convierte en una de las alternativas económicas de Casanare, distintas a la explotación de recursos no renovables.