Varias obras que construye la Gobernación de Casanare han sufrido inconvenientes ajenos a la administración pública, tales como brotes de Covid-19 en los grupos de trabajo, falta de insumos, alzas repentinas de los materiales, entre otros, según el Secretario de Obras del Departamento, Oscar García.
“El año pasado cuando apenas empezábamos fue necesario suspender todas las obras debido a la pandemia, que poco a poco se fueron reactivando, pero luego se presentó una ola invernal que afectó obras en ejecución y posteriormente el Paro Nacional que con más de 30 días generó traumatismo en el transporte de insumos y elementos”, informó el funcionario.
Son más de 25 obras directas en ejecución, 26 interventorías y 5 convenios con entes descentralizados, de las cuales al menos el 90% están suspendidas debido a que las plantas pararon la producción de asfalto, el cemento está escaso y hay desabastecimiento de materiales necesarios para la ejecución.
A los retrasos se suma que no se puede convocar al 100% de los trabajadores previstos debido a los protocolos de seguridad que exigen un aforo mínimo, lo que limita el cronograma de las obras.
Agregó el Ingeniero García que por ahora se articulan mesas de trabajo con los contratistas y los diferentes sectores para imponerle celeridad y solución a las obras.
Indicó que como consecuencia de lo anterior 2.500 empleos directos se han visto afectados por la suspensión de las obras, sin tener en cuenta que además las ferreterías, los transportadores, entre otros gremios se han visto afectados.