Maquinaria de Gestión del Riesgo Departamental realizó labores de protección del paso elevado del acueducto rural que suministra agua a más de 75 familias campesinas de las veredas Manare y Llano Grande en Hato Corozal, tras el riesgo latente de ser destruido por el río Tate.
La construcción se vio en peligro de ser arrastrada por la desviación del afluente que amenazaba la infraestructura.
Guillermo Pérez, director de la Gestión del Riesgo en Casanare, informó que una vez la situación fue reportada por los lugareños, se dispuso de la maquinaria necesaria con la cual se realizó una canalización del afluente en 100 metros y se construyó una barrera de protección tipo enrocado.
“El Tate en su tránsito por la Marginal del Llano es un río muy amplio, pero en la parte alta donde se ubica este paso elevado, aún parece una quebrada. Por ello se ha facilitado el trabajo, permitiéndonos entregar un parte de tranquilidad, pues la obra apunta a garantizar que las familias de estas dos comunidades puedan contar con el valioso líquido en sus viviendas, gracias al trabajo que desarrolla el gobierno de Salomón Sanabria, bajo el acompañamiento y apoyo de la Alcaldía Municipal del capitán Darío García”, señaló Pérez.