En Villavicencio se cumplió la segunda etapa del proyecto piloto de bancos forrajeros de Corporinoquia.
Durante la visita a la capital del Meta funcionarios de Corporinoquia y la Fundación Ecovida mostraron algunas experiencias realizadas en ese departamento a los 36 beneficiarios del proyecto silvopastoril
El objetivo de la visita era brindar la oportunidad de conocer y compartir experiencias entre los ganaderos del Meta y los del Casanare en el proceso de implementación de los 36 bancos forrajeros que fueron seleccionados para el proyecto piloto y que se implementarán en los municipios de Tauramena, Aguazul y Yopal de donde son residentes.
Durante el recorrido los ganaderos del Meta contaron sus experiencias en el proceso de implementación, manejo y utilización de los bancos forrajeros con el propósito de que los ganaderos de Casanare conocieran el comportamiento de las especies bajo diferentes condiciones de suelo, manejo y sistema de producción y motivarlos a adoptar estrategias silvopastoriles.
La visita a Villavicencio se dio no solo porque allí ya se han presentado varias experiencias satisfactorias y que en la actualidad continúan desarrollándose de manera efectiva, sino porque varias de ellas han sido realizadas por la Fundación Ecovida que es la ejecuta del proyecto.
Los sistemas silvopastoriles a implementarse combinan cercas vivas y bancos de forraje, utilizando estratégicamente los árboles en la alimentación de la ganadería y buscan darle rentabilidad al ganadero a corto, mediano y largo plazo, pues pueden convertirse en métodos amigables con el medio ambiente ya que ofrecen un mejor aprovechamiento de los terrenos, mayor producción de forraje y aumento en la capacidad de animales por hectárea, contrario a la ganadería extensiva que genera deforestación para ampliar zonas de pastos.
Luego de esta visita se realizarán talleres de capacitación a los ganaderos en aspectos sobre el bueno uso y manejo de los bancos y sus beneficios, los cuales se desarrollarán en lo que resta de este año para luego pasar a una fase de vivero durante los meses de enero a marzo e iniciar las siembra durante el mes de abril del próximo año para así beneficiar los cultivos con las lluvias de la época de invierno.