En 1998 apareció en La Florida el vector Diphorina citri. A partir de entonces comenzó su dispersión sin control a lo largo y ancho del estado, viajando en las plantas ornamentales. Este insecto es el transmisor del patógeno Candidatus Liberabacter spp, una bacteria Gram-negativa restringida al floema, causante de Huanglongbing (HLB), que el profesor asociado de la Universidad de Florida, Michael E. Rogers, no duda en calificar como “la más grave enfermedad de la citricultura a nivel mundial”, la cual hizo su aparición en esa parte de los Estados Unidos en 2005.
Huanglongbing recibió su nombre en la China en alusión a los síntomas de brotes amarillos en algunos sectores de la planta. En 2004 fue descubierta por primera vez en América en los cultivos del Brasil. La enfermedad HLB ha hecho estragos en la India y los países de la península arábiga y también ha entrado a Cuba, República Dominicana, Belice, México, Nicaragua y Honduras. En 2011 se registró su presencia en Costa Rica.
No sorprende entonces que la necesidad de combatir y controlar el HLB fue declarada como prioritaria en La Florida, donde está el Citrus Research and Education Center, (Centro de Investigación y Educación en Cítricos), donde Rogers ha enfocado su investigación en Diphorina citri, psílido de los cítricos, su comportamiento y todo lo relacionado con el insecto.
En el marco del 1er. Curso Internacional de Cítricos y Frutas Tropicales que se está llevando a cabo en Villavicencio del 24 de octubre al 4 de noviembre, organizado por Corpoica, ICA, Unillanos, la Universidad de Florida y la Cámara de Comercio de Villavicencio, Rogers, quien participó como panelista, explicó que si no se siguen tomando medidas para resolver el problema que representa el HLB, controlando los insectos vectores y eliminando los árboles afectados por la bacteria que produce la enfermedad, “la citricultura en los Estados Unidos estará condenada a desaparecer”. Y aunque en ningún momento se ha registrado HLB en Colombia, su presencia en el territorio nacional también llegaría a comprometer el futuro de nuestra citricultura.
¿Cómo reconoce un agricultor la presencia de HLB en la planta?
Michael E. Rogers: Es posible que los síntomas de la enfermedad sean confusos porque pueden manifestarse de manera parecida a como se manifiestan ciertos problemas ocasionados por deficiencias nutricionales. El agricultor debe mirar las hojas y los frutos y si el HLB está presente observará unas malformaciones en las hojas así como clorosis de patrones irregulares en las mismas. Igualmente, advertirá malformaciones en los frutos. La única manera de determinar si el problema corresponde a la enfermedad, consiste en tomar muestras de las plantas y llevarlas a un laboratorio donde puedan ser sometidas a una prueba diagnóstica por la técnica denominada PCR en tiempo real, como la que se hace en el ICA, en Bogotá.
¿De qué otra manera se ve afectado el fruto?
M.R.: Cuando enferma su diámetro se reduce un 17%, no toma un color uniforme y el brillo baja un 13%. También pierde un 7% de jugo mientras que el ácido se incrementa un 29%.
¿Qué especies comerciales de cítricos son más susceptibles al insecto vector Diphorina citri?
M.R.: El insecto llega a todas las plantas de cítricos pero algunas especies, como lima y limón, son más susceptibles.
¿Conoce reportes de HLB en semillas de frutos?
M.R.: No creo que se transmita por semilla, aunque se ha dicho que en niveles bajos se puede transmitir. Pero realmente no lo creo.
¿Cuál ha sido el impacto económico de la enfermedad en la citricultura de La Florida?
M.R.: Hemos cortado muchos árboles en el estado y si en una década queremos tener una industria de cítricos, debemos sembrar árboles nuevos y cuidarlos, pues a la enfermedad le toma entre cinco y diez años infectar un cultivo por completo. Es necesario controlar el HLB si queremos seguir en el negocio. La aspersión de insecticida tiene un costo de 300 dólares por acre, es decir 740 dólares por hectárea cultivada, y está aumentando. Cada año se destinan al menos 20 millones de dólares recaudados de la industria citrícola al combate de la enfermedad.
¿Cuál es entonces el manejo integrado de plagas y enfermedades en los Estados Unidos para evitar que el insecto y la enfermedad se expandan al interior del país?
M.R.: Lo que se sugiere en La Florida es utilizar insecticidas de amplio espectro para controlar las poblaciones adultas de psílidos que llegan a las plantas cuando la plantación está en fase de brotación. Así es posible que los cultivadores logren bajar bastante las poblaciones, casi en un 100%, y evitar que en la primavera se registre una alta cantidad de adultos.
Pero en los Estados Unidos la brotación de los cítricos tiene lugar de acuerdo con las estaciones, mientras que en Colombia es constante, lo que contribuye a que los psílidos siempre se acerquen a la planta.
M.R.: Los psílidos tienen la particularidad de moverse mucho de una planta a otra y por eso es difícil en Colombia, donde en efecto la brotación es tan continua, controlar al insecto. Sin embargo, ustedes deben determinar en qué momento pueden atacarlo, a pesar de sus movimientos.
¿Qué otras estrategias se han puesto en marcha en La Florida para controlar la enfermedad?
M.R.: Hay tres maneras de abordarla. Controlando los psílidos, propagando material limpio de vivero, y removiendo los árboles enfermos. Cuando en un cultivo aparecen dos o tres árboles infectados, se cortan, y en el siguiente monitoreo de HLB (en La Florida se hacen cuatro al año) se revisa con especial cuidado el entorno donde estaban esos árboles, buscando otros que eventualmente estén infectados. Si el patógeno (Candidatus Liberabacter spp) está en la planta, no basta con podar la rama pues la enfermedad vuelve a aparecer, ya que el patógeno se mueve a través de los haces vasculares hacia las raíces. Aquellos árboles que se cortaron deben quemarse y la raíz tratarse con un herbicida para matarla y evitar los rebrotes. Allí donde queda la raíz se puede sembrar otro árbol. Muchos de los granjeros de La Florida no tomaron en serio la enfermedad y esta prosperó al interior de sus cultivos, de tal suerte que hoy algunos de los mismos, situados al sur del estado, tienen el 70% de sus árboles infectados. Así las cosas, la medida de remoción ya no tiene sentido. Para combatir los psílidos se está usando insecticida de amplio espectro dirigido a las poblaciones adultas, haciendo aplicaciones en las CHMAs.
¿En que consisten las CHMAs?
M.R.: Parte del esfuerzo que se está haciendo en La Florida, consiste en que los granjeros se han agrupado en las llamadas Citrus Health Management Areas (CHMAs) para aplicar los insecticidas de manera coordinada y simultánea, de tal manera que los psílidos se quedan sin refugio y los granjeros reducen la necesidad de aplicaciones frecuentes. Se trata de una iniciativa basada en la experiencia con otros tipos de cultivo, la cual recomiendo a los granjeros de Colombia. En La Florida hay 34 CHMAs que abarcan un total de 426.819 acres.
¿Cuáles han sido los resultados?
M.R.: Como la enfermedad se ha esparcido tanto, presumimos que está en los árboles del sur de La Florida. Pero en el norte, donde el programa se ha implementado de manera consistente, se han visto resultados positivos. Sin embargo, como la enfermedad demora en expresarse, es necesario esperar para evaluar la estrategia. Pero creemos que los resultados serán positivos.
¿El uso de insecticidas representa algún tipo de aspecto negativo?
M.R.: Desafortunadamente estos insecticidas de amplio espectro, como los piretroides y los organofosforados, acaban con la fauna benéfica, lo que plantea una difícil disyuntiva que pone a decidir entre dejar que prosperen las poblaciones del insecto, o eliminarlas a pesar de la muerte de los organismos benéficos. Estos son el tipo de decisiones que un Estado y una comunidad de agricultores deben tomar. Por otro lado, el insecticida incrementa los costos de producción.
¿Qué nos puede decir de la aplicación sistémica de insecticida en el suelo?
M.R.: El efecto es durable. Los productos aplicados al suelo ayudan a prevenir sin esperar a que la enfermedad llegue. Sin embargo, la experiencia en La Florida nos dice que los insecticidas que se están usando pueden matar a los psílidos pero a las dos semanas es posible que aparezcan cuando tiene lugar una nueva floración. En India la población de psílidos es tan alta que es necesario fumigar durante la floración para que la fruta pueda salir. En Brasil se están haciendo de seis a 26 aplicaciones al año, lo que ha sido muy exitoso.
¿Sabe usted de eventos de resistencia que haya presentado Diphorina citri a pesticidas o insecticidas?
M.R.: Sí, y por eso lo que estamos haciendo es rotar los insecticidas con diferente modo de acción. Hemos observado que después de un año, cuando evaluamos los resultados, los insectos han vuelto a ser susceptibles gracias al cambio de los insecticidas. Al hacer la rotación de los mismos, si los vectores han adquirido un grado de resistencia, esta se revierte y los insectos vuelven a ser susceptibles.
¿Han recurrido en La Florida a controladores biológicos?
M.R.: En La Florida también se ha llevado a cabo control biológico a partir de especies de hormigas, arañas y mariquitas. Hay una mariquita llamada Olla v-nigrum que puede comerse hasta el 90% de los psílidos. Sin embargo, las poblaciones del insecto pueden crecer más rápido que las poblaciones de predadores. El control biológico no es confiable. De todas maneras se necesita insecticida.
¿Es posible encontrar poblaciones del insecto infectadas y al mismo tiempo otras poblaciones que no estén infectadas?
M.R.: La población nunca va a estar completamente infectada. Quizás alcance hasta un 60% de infección. Al principio, cuando uno no encuentra una planta con HLB, difícilmente va a encontrar un insecto con la enfermedad. Solo hasta cuando la esta aparece en los árboles puede uno observar que la población infectada empieza a crecer.
¿Es posible que la enfermedad sea transovárica, es decir, que se transmita de generación en generación?
M.R.: Sí se han reportado eventos de transmisión transovárica en el insecto vector. Ahora bien, la transmisión puede tener lugar de tres maneras. Cuando se lleva a cabo transováricamente, cuando el insecto adquiere la bacteria en el aparato chupador, o cuando están copulando el macho y la hembra.
¿Puede o no la bacteria multiplicarse en el insecto?
M.R.: La bacteria no puede reproducirse en el insecto. Hay una publicación que dice que se multiplica en la hemolinfa del vector y en las glándulas salivales, pero a raíz de un trabajo que hicimos no encontramos evidencias de que esto sea así. La única manera para que la bacteria se multiplique en el insecto consiste en que la haya adquirido en el estado de ninfa, porque cuando esta alcanza el estado de adulto no tiene tiempo para reproducirse en el vector.
¿Qué particularidad se conoce del insecto cuando es portador de la bacteria?
M.R.: Se descubrió que el psílido que tiene el patógeno produce el doble de huevos comparado con uno de la bacteria, pero muere más rápido. Se cree, aunque no hay certeza, que esa muerte prematura se debe a la energía que le demanda la postura de huevos.
¿Cuáles son las medidas legales que debe contemplar Colombia para enfrentar la enfermedad?
M.R.: El problema radica principalmente en los turistas, pues comercialmente y a la luz de los tratados vigentes, el desafío está en controlar el ingreso de psílidos y considero que se está haciendo de manera adecuada. Pero los turistas sí pueden traer plantas de cítricos, o bien infectadas con la bacteria, o bien como portadoras del insecto. Es allí cuando se debe ejercer el mayor control. Lo anterior desde el punto de vista legal y de las medidas que el país está en capacidad de implementar. Sin embargo, son necesarios otros controles que los agricultores deben poner en marcha.
¿Qué papel podrían jugar para el ICA las trampas en el manejo integrado del insecto?
M.R.: Las trampas pegajosas no son muy convenientes porque el insecto necesita estar muy cerca para quedar adherido. En La Florida no las estamos utilizando, pues es más rápida la transmisión que el efecto de la trampa atrayendo y atrapando insectos. En Sudáfrica se hizo el intento de implementar el sistema de trampas, lo que generó mucho trabajo a los granjeros sin arrojar resultados positivos. Tengo en mi invernadero una planta con miles y miles de psílidos, al lado de la cual puse una trampa. Sin embargo, al cabo de una semana no había atrapado un solo insecto. Las trampas se usan en investigación pero no es lo mejor para combatir la enfermedad.
¿Las feromonas u otros tipos de componentes sintéticos son útiles para controlar el vector?
M.R.: Se han hecho estudios en La Florida en torno a las feromonas del insecto, pero considero que no son muy efectivas porque, a diferencia de la polilla, el psílido tiene muy pocos receptores de estas feromonas en las antenas. Así que muchos insectos adultos no van a ser atraídos por las feromonas y van a infectar las plantas.
¿Hay otro vector en América, aparte de Diphorina citri, que esté en capacidad de transmitir la enfermedad?
M.R.: No conocemos otro vector transmisor de la bacteria, aunque sabemos de insectos potenciales que pueden llegar a portarla, aunque desconocemos si la pueden transmitir.
¿Cuál es su recomendación a los viveristas de cítricos con relación al HLB y a la plaga de Diphorina citri?
M.R.: Lo mejor que pueden hacer los invernaderos es instalar lo que se conoce como casas de mallas, es decir, producciones de material de propagación de cítricos en áreas protegidas, pues a campo abierto se corre el riesgo de transferir los vectores, en este caso el Diphorina citri, y con él la enfermedad. En los Estados Unidos eso es lo que se está haciendo con los viveros. Además, es importante evitar que las plantas de viveros donde estas se multiplican, ubicados en lugares infectados, sean trasladadas a lugares en los que la enfermedad no está presente.
¿Qué otras recomendaciones le haría a las autoridades y cultivadores de Colombia?
M.R.: Desarrollar un mejor entendimiento de las poblaciones de psílidos, monitoreándolos a lo largo y ancho del país, incluso durante las épocas frescas. Además, es necesario mantenerlas lo más bajo posible. Si el HLB llega a reportarse en Colombia, debe usarse insecticida.
¿Se vislumbra alguna solución en el futuro frente a la existencia de HLB?
M.R.: Lo que se podría hacer a largo plazo es ingeniería genética para sacar variedades de cítricos resistentes a la bacteria.