El caimán aguja o caimán del Magdalena, una de las especies de cocodrilos más amenazadas de Colombia, cuenta con la más grande población del país en estado natural en la cuenca del Catatumbo del departamento de Norte de Santander. Así lo determinó un estudio financiado por Ecopetrol y apoyado por la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) y el Ministerio del Medio Ambiente.

El estudio permitió documentar científicamente la población de caimán aguja en los ríos Sardinata, San , Nuevo Presidente y Tibú, de la cuenca del Catatumbo, y encontró la existencia de 1,48 animales por kilómetro en 132 kilómetros de estos ríos. Es decir, 196 caimanes establecidos en la cuenca. Una población considerable ya que se trata de una especie que se encuentra en el apéndice I de la Convención Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora).

El estudio definió también estrategias para asegurar la conservación de este caimán. Mayor investigación, educación, participación comunitaria y declaratoria de áreas protegidas son algunas de las propuestas en su fase preliminar. Se requiere asegurar la conservación del caimán aguja a través de la declaratoria de su zona como área protegida debido a que las formaciones boscosas de la cuenca del río Sardinata registran problemas de deforestación.

Las poblaciones de caimán aguja disminuyeron en el territorio nacional debido a que desde el siglo pasado se hace un uso indebido de su piel para producir bienes de consumo. El hallazgo de una población considerable en estado natural, en la cuenca del Catatumbo, permite el impulso y desarrollo de una serie de posibilidades tendientes a la conservación y sostenibilidad de la especie, de la mano de la comunidad.

El cocodrilo americano, cocodrilo narigudo o cocodrilo de Tumbes (Crocodylus acutus) es una especie de cocodrílido que vive en Florida, algunas islas del Mar Caribe y varias zonas costeras del golfo de México y el océano Pacífico, además de regiones selváticas en Colombia. La longitud total de los adultos es de unos 6 metros, lo que los convierte en los mayores cocodrilos de América. Su cabeza es estrecha y larga, con el morro ligeramente curvado, del que sobresalen los dientes cuando la boca está cerrada.

La Superintendencia de Operaciones Catatumbo Orinoquia de Ecopetrol financió el estudio como una medida de compensación enmarcada en el programa de biodiversidad que busca ejecutar proyectos de valoración y preservación de especies en áreas estratégicas de operación, proyectos con especies en vía de extinción y proyectos con especies de especial interés para las comunidades de dichas áreas, bien sea porque están atadas a sus actividades económicas tradicionales o porque tienen un valor cultural o ecoturístico.

Actualmente se evalúa el apoyo de una segunda fase del proyecto que incluye la aplicación de las medidas de manejo establecidas en el estudio, tales como el establecimiento de criaderos, áreas de protección, aislamiento de áreas, entre otras.