En el marco del Programa Nacional para la Conservación del Caimán Llanero (Crocodylus intermedius), Cormacarena y la Universidad Nacional de Colombia por varios años han realizado grandes esfuerzos para preservar esta especie, declarada en Peligro Crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza - IUCN y la Resolución 0676 del 21 de julio de 1997 del Ministerio del Medio Ambiente.
El Cocodrilo Llanero llegó a este estado debido al intenso periodo de caza furtiva durante el siglo pasado, la cual fue motivada por su valiosa piel. Actualmente, la expansión de actividades humanas, la contaminación de los ríos, la pesca con trasmallos, la tala y quema de bosques ponen aún en peligro su conservación.
El Programa Nacional para la Conservación del Caimán Llanero cuenta con un núcleo reproductor de 20 individuos y más de 400 animales entre crías y juveniles, con los cuales se realizan los procesos de repoblamiento y reintroducción a la vida silvestre.
Como resultado del programa se espera, disminuir la categoría de Peligro Crítico en la que se encuentra el Caimán a Bajo Riesgo, promover su recuperación en el área natural de distribución y al mismo tiempo generar proyectos de uso sostenible con las comunidades.
La Autoridad Ambiental hizo un llamado a la población a no realizar prácticas de caza y pesca ilegal, ya que estas no solo atentan contra esta especie, sino con el equilibrio de los ecosistemas. Se resaltó la importancia de defender y conservar el patrimonio natural, y comprender el daño que sufre este emblemático animal que habita en la región de la Orinoquia.
Rescatadas babillas en vereda de VillavicencioDe otro lado, gracias a la llamada oportuna y a la colaboración de los habitantes de la vereda Barcelona de Villavicencio, Cormacarena con el apoyo de la Policía Ambiental y el grupo de Carabineros, realizó el rescate y reubicación de tres ejemplares babilla (Caimán Crocodylus), los cuales habían caído en un estanque de un predio de este sector.
Luego de realizar el procedimiento, los animales fueron atendidos y valorados por parte del médico veterinario que acompaño la diligencia y quien determinó, que los especímenes se encontraban aptos para ser devueltos a su hábitat natural, garantizando de esta forma su supervivencia.