El primer estudio de línea base de deforestación asociada a la palma de aceite en Colombia elaborado por el IDEAM para el periodo 2011-2017, mostró que los cultivos de palma de aceite no han sido un motor de deforestación en el país, afirmación que es coincidente con la actualización de resultados presentados recientemente por la misma institución para el año 2018.
En dicho estudio se evidenció que mientras en Colombia se deforestaron 1,1 millones de hectáreas entre 2011 y 2017, únicamente 0,4% (4.455 hectáreas) fueron convertidas a cultivos de palma de aceite. En otras palabras, no hay evidencia de que el sector palmero fuera una causa significativa de la deforestación total en el país en ese periodo.
A principios de 2022, en la actualización de dicha línea base para 2018, el IDEAM identificó una deforestación nacional de 197 mil hectáreas, de las cuales 0,22% (alrededor de 438 hectáreas) fueron transformadas en cultivos de palma de aceite, una relación menor a la evidenciada en el periodo 2011-2017, señaló Nicolás Pérez Marulanda, Presidente Ejecutivo de Fedepalma.
Estas cifras ratifican lo que ya habían señalado algunos estudios internacionales, en los que se evidencia que el impacto por deforestación del cultivo de palma de aceite ha sido mínimo en Colombia.
Estos resultados muestran de forma inequívoca el compromiso ambiental que ha tenido nuestra agroindustria, que le ha apostado a la sostenibilidad como factor de diferenciación del sector en los mercados nacional e internacional.
Así ha sido consignado en la Estrategia de Sostenibilidad del Sector Palmero Colombiano, mediante la cual se adoptó la Cero deforestación y el no reemplazo de áreas con alto valor de conservación (AVC) como uno de los diez principios del Aceite de Palma Sostenible de Colombia.
Cabe recordar que desde 2017 Fedepalma y varias empresas palmeras firmamos el Acuerdo de Cero Deforestación con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el IDEAM y ONGs ambientales como WWF y Fundación Natura, con el auspicio de los gobiernos de Reino Unido, Alemania y Noruega. Hoy 40 empresas hacen parte de este acuerdo ratificando el compromiso del sector.
En el marco del Acuerdo se establece que las empresas palmeras y aquellas que utilizan aceite de palma como materia prima avancen en mecanismos que permitan verificar si su cadena de suministro está libre de deforestación y tomar acciones para asegurar que así lo sea en el futuro.
“El sector palmero colombiano está yendo más allá en materia de sostenibilidad, pues adicionalmente a su compromiso con la cero deforestación, se viene enmarcando en un conjunto de principios y mejores prácticas ambientales, sociales y económicas, recogidos en el Decálogo de Principios y el desarrollo del Protocolo Aceite de Palma Sostenible de Colombia, instrumento que de manera amplia e inclusiva, ayudará al aseguramiento de estas condiciones en las cadenas de suministro del aceite de palma colombiano”, argumentó Pérez Marulanda.
Vale la pena aclarar que mediante la delimitación de la Frontera Agrícola Nacional por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) y su reciente actualización, ésta abarca alrededor de 39 millones de hectáreas, de las cuales los cultivos de palma de aceite ocupan alrededor de 596.000 hectáreas, es decir únicamente 1,5% de nuestra frontera agrícola y 7,8% de toda el área cultivada del país.
En ese sentido, la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, señala que “la posición del sector palmero colombiano es que nuestra agroindustria tiene un gran potencial de desarrollo libre de deforestación y que no hay ninguna justificación legal ni técnica para desarrollar proyectos productivos palmeros en zonas que se encuentren por fuera de la frontera agrícola”, subrayó el dirigente gremial.
Por otra parte, “somos conscientes de las altas tasas de deforestación en el país, que han promediado las 175.000 ha/año en los últimos 10 años, y del reciente aumento en la deforestación en la Amazonía, especialmente en el suroccidente del Meta y el norte del Guaviare. En numerosos reportajes se ha puesto de manifiesto esta problemática, señalando que la deforestación en esta zona está principalmente relacionada con actividades criminales de minería ilegal, lavado de activos, cultivos de coca o acaparamiento irregular de tierras, entre otras razones”, precisó Nicolás Pérez Marulanda.
Hemos establecido alianzas para el monitoreo de la deforestación con la Fundación Solidaridad Network y la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS). Con esta última específicamente, estamos adelantando un análisis del cambio de coberturas vegetales y la deforestación entre los departamentos de Meta y Guaviare entre el periodo 2016-2021, relacionados con los cultivos de palma de aceite.
“Todo aquel que realice siembras ilegales no hace parte de nuestra cadena de valor, ni de los valores que se promueven en el sector palmero colombiano; desde la Federación defendemos la legalidad y las buenas prácticas en la búsqueda de la sostenibilidad de nuestra agroindustria y los entornos palmeros”, expuso Pérez Marulanda, al tiempo que ratificó que desde Fedepalma el compromiso del gremio y del sector es por una palmicultura libre de deforestación en Colombia.
Cuando hemos conocido y evidenciado la presencia de cultivos de palma de aceite, hemos sido los primeros en denunciar dichas situaciones ante las diversas autoridades competentes, cumpliendo con nuestro deber de alertar a las autoridades de posibles ilegalidades y vulneración de derechos, en el marco de nuestra responsabilidad gremial, dado que rechazamos con contundencia a quienes estén deforestando para sembrar palma, dijo Pérez Marulanda.