“Mi casa se la estaba comiendo el comején y no tenía como repararla, porque hace más de un año no tengo trabajo estable”. Mauricio Felipe Rincón
El 2016 llegó con un cambio de vida para un humilde tauramenero, quien ha tenido que medírsele a lo que salga, como él dice, “bajar bultos de cemento o palear en el río para sacar piedra y oficios varios que salgan por ahí para traer el sustento a mi familia, porque para nadie es un secreto que en estos momentos en Tauramena no hay empleo y la situación está muy difícil”.
Mauricio vivía con su familia en un rancho hecho con tejas de zinc y triplex, ya carcomido por el comején y agrietado por el sol intenso. Al no tener trabajo, Mauricio tampoco tenía los medios para mejorar su vivienda. Sin embargo, en el pasado mes de septiembre se abrió una luz de esperanza, cuando fue sorprendido con la noticia de que habían sido seleccionados para la construcción de una casa, en el lote que era su único capital.
La historia inició cuando Esmeralda Torres, una conocida empresaria de Tauramena, dio a conocer la lamentable situación de ésta familia a los gestores sociales de Parex, quienes se dieron a la tarea de investigar y se dirigieron a lo que anteriormente se conocía como la Vereda Aceite Alto y que actualmente es un barrio de Tauramena.
Allí evidenciaron las condiciones de extrema pobreza en las que habitaban Mauricio, su esposa, con 5 meses de gestación (en ese momento), sus dos hijos de 9 y 5 años y su señora madre. En una habitación fabricada con trozos de triplex y material reutilizado.
El proyecto de construcción duró dos meses aproximadamente y con los aportes recogidos, esta familia no solo recibió el inmueble, sino la dotación completa de camas, closets, lavadora, televisor, mesa de estudio con computador, el comedor, estufa, menaje y mercado.
Con lágrimas y visiblemente emocionado, Mauricio Rincón concluyó: “Gracias a Dios y a Parex, que nos enseñaron a dar sin recibir nada a cambio. También a querernos como personas y el tener esta casa nos unió más como familia”.
Sandra Rodríguez, Gerente de Responsabilidad Social de Parex, afirmó “Esto no es plata, cemento y ladrillos, es cariño lo que estamos entregando, gracias a la gestión y compromiso de los empleados y contratistas de Parex, que tuvieron a bien aportar para este proyecto. Lo importante no es el agradecimiento de los beneficiarios, sino que esta vivienda les permita seguir creciendo como personas de bien, que eduquen a sus hijos y se apoyen mutuamente con amor”.
El Plan Padrino nació hace 5 años con un voluntariado y ha logrado entregar 5 casas en los municipios de Trinidad, Pore, San Luis de Palenque y este año en Tauramena.
“Este Programa del Plan Padrino, nos permite mostrar la solidaridad, compasión por otros seres humanos y hacer realidad los sueños de familias vulnerables” dijo Sandra Rodríguez, quien agradeció a los empleados y empresas contratistas que apoyaron esta noble causa, que cuenta también con el aporte de los jefes de la casa matriz de Parex en Canadá.
El acto oficial de entrega contó con la presencia del Alcalde de Tauramena, Javier Álvarez, quien manifestó su agradecimiento a Parex y dijo que desde el programa de vivienda Digna, que lidera la administración municipal “no hubiese sido así de completa”.
Aseguro el burgomaestre que en este periodo de gobierno se seguirá trabajando de la mano con la industria, las alcaldías, la gobernación e incluso los ministerios, con el fin de lograr que el municipio tenga una economía totalmente sostenible dependiente de otros sectores, como el turismo y proyectos productivos.