Lesiones en su cuerpo y una incapacidad de 15 días dio a conocer Jairo Vargas, ex funcionario de la Gobernación de Casanare, quien ahora administra las instalaciones de lo que anteriormente se conocía como Farándula, y dice haber sido agredido junto a su esposa y su hijo de 16 años por unos policías.

Según Vargas, su esposa fue la primera en ser violentada por los policías que sin mayor explicación le arrojaron gas pimienta en los ojos, en medicina legal le ordenaron 10 días de incapacidad, y a su hijo que sufrió lesiones en la cabeza y en la espalda, también le dieron 15 días de convalecencia.

De acuerdo con la denuncia de este núcleo familiar, el domingo se encontraban en el lugar celebrando el día de la madre en una reunión familiar y de manera simultánea en un salón se desarrollaba la celebración de unos 15 años, a la que asistían menores de edad.

Allí participaba una niña, cuya madre departía en el bar con una amiga, por lo que ella alternaba entre la fiesta y el lugar donde estaba su mamá. “Cuando llegó la Policía y dijo que habían encontrado a la niña consumiendo licor, quisimos demostrarles que eso no era cierto, pero no lo permitieron”, contó Jairo Vargas.

“Los policías la cogieron contra el establecimiento, me llamaron para un lado y les dije que lo que me tuvieran que decir me lo dijeran delante de todos, entonces en un momento le lanzaron gas pimienta a mi esposa, me la dejaron ciega como por 10 minutos, y se fueron”, continuó.

El denunciante dice que llamó a su hijo para que los llevara al Hospital, porque él ya había consumido algunas bebidas embriagantes, alcanzaron la patrulla y les reclamó pero que los policías, los trataron mal y les querían inmovilizar el carro a pesar de que todos los documentos estaban al día, así que los golpearon y no les dejaron llevar el carro.

Frente a las denuncias, el coronel Fabio Cano, segundo comandante de la Policía en Casanare, dijo que la información que tienen en la institución es que inicialmente, el día sábado en la noche, en ese establecimiento se realizó un procedimiento normal de control donde encontraron a más de 300 menores de edad, niños, niñas y adolescentes, y que al principio les dijeron que se trataba de un cumpleaños, después que una fiesta familiar, pero los policías pudieron establecer que se trataba de un evento en el que cobraban el ingreso de los jóvenes en la entrada y teniendo en cuenta que la ley prohíbe el ingreso de menores de edad a esta clase de establecimientos, procedieron al cierre.

“Me imagino que ahí hubo una afectación económica al señor Jairo Vargas y parece que el día siguiente se repitió el evento, al cual otra vez estaban convocados jóvenes, por lo que nuevamente procedieron con el cierre y la orden de comparendo, después el señor sale en busca de la patrulla policial, y ahí se da la agresión”, Informó el oficial.

“Es una situación que la institución lamenta y estamos tomando contacto con el señor Vargas para que nos haga un relato más detallado de los hechos, busquemos bien cuáles son los policiales que se sobrepasaron o extremaron el uso de la fuerza, porque estos no son los comportamientos o conductas que la Policía Nacional instruye a sus hombres, ni son las consignas de trato a las personas. Si efectivamente hubo un exceso de fuerza se harán las investigaciones y se tomarán las sanciones necesarias”, indicó.

Por último, el coronel Cano hizo énfasis en que la Policía en ningún momento está para abusar de la autoridad y hacer empleo de la fuerza desmedida. Y que solo se hace uso de la fuerza bajo unas condiciones que establecen la ley y los reglamentos.