El cadáver de un bebé recién nacido fue hallado por campesinos en un predio de la vereda Guasaque del municipio de Támara.
La ubicación del bebé fue advertida por una familia campesina, que observó llegar a un perro con rastros de sangre en el hocico, por lo que siguieron el rastro hacia el cafetal donde estaba el cuerpo del recién nacido.
La Inspección judicial la adelantó el CTI, que recopila toda la información en la zona, a 10 minutos del casco urbano, para dar con el paradero de la madre de la desdichada criatura.
El hecho generó conmoción en los habitantes de la población que ayudan a establecer que mujeres habitan en la zona y determinar quién pudo haber cometido ese acto desalmado.