La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) citó a declarar al excomandante de la Brigada XVI y luego Comandante del Ejército Nacional, Leonardo Barrero por presuntos “crímenes cometidos por miembros de la fuerza pública en asociación con grupos paramilitares, o terceros, por causa, con ocasión, o en relación directa e indirecta en el conflicto armado”.

El alto tribunal pretende investigar los hechos ocurridos en la región del Urabá, en el noroeste del país, entre el 1 de enero de 1986 hasta el 1 de diciembre de 2016.

Barrero fue acusado por Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, máximo líder del Clan del Golfo y extraditado a Estados Unidos el año pasado, de tener vínculos con paramilitares.

Revelaciones de Otoniel

Otoniel aseguró que los paramilitares supuestamente le pagaron al general Mario Montoya, cuando era comandante de la Primera División del Ejército, para influir en 2005 en el traslado de un oficial que fuese aliado a ese grupo al departamento de Casanare.

“El Frente Casanare, al que yo pertenecía, le tocó darle un apartamento blindado en Bogotá a Mario Montoya acá en Bogotá”, expresó alias Otoniel.

Ese general trasladado fue Barrero, quien, aseguró el exjefe del Clan del Golfo, llegó a Casanare desde el departamento de Guaviare para forjar una alianza con los paramilitares en una “guerra” que hubo en esa época con la guerrilla.

Esta no es la primera vez que Barrero es vinculado a narcotraficantes, pues también ha sido asociado a Juan Castro Estupiñán, alias Matamba, quien fue detenido en mayo de 2021 y se fugó de la cárcel La Picota, de Bogotá, en marzo pasado.

Su detención puso al descubierto una red de corrupción que implica a militares y exmilitares que supuestamente le suministraban información sobre operaciones contra su organización.